Siempre con hambre, nunca conformes

El análisis simplificado de los problemas nos lleva a extraer las características básicas de los mismos, arrastrándonos a la toma de decisiones deficientes. La raíz de este problema radica generalmente en el pensamiento conformista y en la aceptación de las soluciones más rápidas, sin estudiar posibles alternativas.

Igualmente, cuando la preparación técnica de un gestor le impide entender la complejidad de un asunto, tiende a reducir el problema hasta hacerlo "comprensible", lo cual nos lleva a obviar gran parte del problema y de las soluciones. El comportamiento derivado de esto resulta racional, pero solo dentro de los parámetros ficticios de esa visión simple de la realidad.

Los "Palm Killer"

Permítanme un ejemplo alejado del mundo empresarial. En el sur de Gran Canaria se designó como responsable de parques y jardines a una persona que no disponía de conocimientos técnicos en la materia (posiblemente una designación a dedo). Una de sus primeras acciones fue elegir la flora que se utilizaría para adornar los paseos de la ciudad.

En su mente, la decisión era sencilla y rápida, pero en la realidad lo que logró fue implantar un tipo de palmeras que trajeron a la isla una plaga que comenzó a atacar a las especies autóctonas, matando a un gran número de ellas. La acción, supuestamente sencilla, obligó a replantar todos los paseos, a comprar nuevas plantas y a fumigar intensamente áreas del municipio y alrededores.

En una empresa, esto puede suceder de una forma similar. Si no comprendemos los problemas en profundidad, podemos adoptar medidas que causarán más conflictos de los que pretendemos arreglar. Personalmente me refiero a las personas que actúan así regularmente como "Palm Killer", comprensible tras leer la anécdota que les acabo de relatar.

Rodearnos de un buen equipo es a su vez muy importante a la hora de resolver problemas eficientemente, pero lo peor se encuentra en la falta de interés del gestor y del pensamiento simplificado.

No te conformes con las soluciones

El conformismo suele verse como una actitud ante los problemas, pero en realidad creo que debe ser abordado como una falta de actitud ante las soluciones.

Cuando nos enfrentamos a una dificultad, tendemos a crear una lista de soluciones en nuestra cabeza, pero la manera en la que la ordenamos diferencia de un buen empresario de uno terrible.

Algunos priorizan las respuestas sencillas e inmediatas, e incluso al encontrarlas dejan de buscar, pero otros lo hacen en base a su eficiencia. Creo que no hace falta decir quién logrará mejores resultados, o al menos quién tiene más probabilidades de éxito.

Esto nos lleva a otra característica del pensamiento conformista: tropezar dos veces con la misma piedra. Dentro de toda la lista de soluciones, una persona conformista siempre elegirá las más sencillas, lo cual nos lleva a un abanico muy limitado y previsible de acciones... es decir, terminan repitiendo los errores una y otra vez.

No seamos obvios y luchemos contra la conformidad. Tenemos que mantenernos con hambre y mejorar la actitud ante las soluciones, o traeremos una plaga a nuestra empresa que puede perpetuarse y enquistarse hasta acabar con nuestro modelo de negocio.

Pymes y Autónomos | Las diez toxinas empresariales, Emprendiendo sin riesgo, No te quedes mirando como pasa el tiempo en tu empresa Imagen | Dtaylorcreative

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