Pensar en el futuro, sobre todo si acabas de iniciar un proyecto laboral, te puede preparar ante posibles obstáculos; pero hacerlo en exceso de una manera obsesiva sólo te servirá para gastar tiempo y salud. Justo lo que necesitas para estar al timón de tu negocio.
Es importante detectar si un problema es importante y urgente o, por el contrario, no tiene relevancia. En este último caso, es necesario evitar las reacciones desproporcionadas y exageradas. Toma aire, que el mundo de los negocios no es un camino de rosas.
Sé realista y mantén la calma. Encarar el futuro con más positivismo pero con los pies en el suelo es crucial para tu negocio. Acepta la incertidumbre. Es importante que asumas que no sabes lo que pasará en el futuro, no. Por muy previsor que seas.
Céntrate en el presente. Más allá de la anticipación positiva para evitar obsesionarte con lo que puede llegar a ocurrir, tienes que intentar poner tu atención en el hoy y ahora, porque te ayudará a liberar el exceso de preocupaciones (clientes, impagos, falta de presupuesto...)
A la hora de iniciar un proyecto o de llevar poco tiempo en un negocio, los pensamientos irracionales pueden hacer acto de presencia. Los pensamientos menos improbables que sucedan. ¿Cómo apartarlos para que no perjudique tu rendimiento?
Pregúntate qué le dirías a otra persona que estuviera preocupada por lo mismo. Si la respuesta es que no tiene sentido porque eso es casi del todo improbable que pase, te autoconvencerás tú también.
El sentido de humor es la mejor herramienta que te ayudará a relativizar los problemas cotidianos propios de una empresa. La solución a ese problema quizás no dependa sólo de ti, pero sí dependerá de la actitud que muestres ante él.
En Pymes y Autónomos|Actitudes tóxicas para el éxito
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