Hay un porcentaje de trabajadores en la empresa que están infrautilizados. Se estima que en España pueden representar aproximadamente uno de cada cinco, según un estudio de Asempleo. Para intentar revertir la situación el primer paso es tratar de identificarlos.
Se consideran trabajadores infrautilizados aquellos que se encuentran desmotivados y los que tienen una jornada parcial involuntaria. En el segundo caso muchas veces no se puede hacer mucho, a veces la jornada parcial es la opción de muchas empresas para cubrir huecos sin tener elevados costes laborales y es complicado que si no se mejoran los beneficios se pueda aumentar dicho tiempo de trabajo.
Los que están desmotivados o han caído en la rutina son los más abundantes dentro de la empresa. Son trabajadores zombis, cumplen con sus tareas, con el mínimo exigido y tratan de que el fin del día en la empresa llegue lo antes posible y mientras tanto ellos pasen desapercibidos.
En muchos casos se trata de empleados muy capaces, pero que en algún momento han perdido la ilusión por su trabajo y no se sienten comprometidos con la organización. Acuden a su lugar de trabajo, ejecutan tareas por los general mecánicas y repetitivas, hacen algo de vida social y poco más.
El labor del responsable directo de este empleado tratar de motivarlo. También a nivel general es uno de las misiones del jefe de la empresa. No solo vale con mandar, hay que tratar de motivar, de inspirar de hacer que salga de ese estado de desmotivación.
El principal inconveniente que presentan estos trabajadores no es solo que su productividad sea muy baja, sino que acaban por contagiar al resto de empleados. Y esto si es un riesgo para el buen funcionamiento de la compañía.
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