Barcelona implantará una tasa al reparto del comercio online para proteger al tradicional

La expansión del comercio a través de Internet está generando diversos cambios y problemas en las ciudades. Por un lado el comercio local ve como en muchos casos no puede competir con los precios que ofrecen grandes plataformas y pierden clientes. Por otro lado el tráfico de la ciudad parece un avispero revuelto con furgonetas de reparto intentando entregar los paquetes. Por eso Barcelona implantará una tasa al reparto del comercio online para proteger al tradicional.

Es una medida que está en estudio. El fundamento para implantar dicha tasa es el uso intensivo que hacen los repartidores de la vía pública, de las plazas de carga y descarga. Se aplicaría directamente a las empresas de paquetería, no a las plataformas.

Esto tiene un problema, puesto que la mayoría de los repartidores son autónomos, es muy probable que esta tasa acabe por repercutir directamente en sus márgenes de beneficios y sean ellos los que paguen en lugar de grandes operadores del sector, que ya ajustan mucho los márgenes para dichos repartidores. Es el mismo problema de la tasa Google que al final recae en el punto más débil de la cadena de distribución.

Solo afectaría a los productos que se envían al cliente final, no si se envían de empresa a empresa. ¿Cuál es el problema de esto? Si se entrega en una empresa, pero es para un pedido de Amazon para un empleado que prefiere recogerlo en su trabajo no pagaría pero si el mismo paquete se lo entregan en casa si pagaría. Es complicado de implantar.

Por otro lado el Ayuntamiento de Barcelona está estudiando también la implantación de zonas de estacionamiento regulado para estos repartidores que podrían utilizar previo pago de la correspondiente tasa. Dicha tasa se aplicaría en función de horarios, tipo de vehículo si es o más o menos contaminante.

Los ingresos obtenidos por la aplicación de la tasa regulada en esta ordenanza irán destinados a financiar actuaciones orientadas a impulsar la digitalización del comercio minorista en Barcelona. Lo cierto es que no es la primera ciudad que busca implantar una medida de este tipo, pero estamos lejos todavía de encontrar una solución que contente a todos.

En este sentido la implantación de paqueterías de última milla puede ser una gran solución. Se trataría de que una empresa de este tipo tuviera la distribución de diferentes plataformas en una zona concreta. Se encargaría de entregar en proximidad por lo que gran parte de los desplazamientos pueden efectuarse a pie o en bicicleta.

Imagen | alefukugava en Pixabay

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