Una de las peores pesadillas de muchos pequeños comerciantes es que les coloquen cerca un gran supermercado, un gran centro comercial, etc. Y lo cierto es que esto está pasando. El Corte Inglés se ha instalado al lado de tu comercio, pero puede que ni siquiera te hayas enterado.
El gigante del comercio ha tomado la decisión de repartir en dos horas en las 54 ciudades donde tiene tiendas abiertas en toda España. Esto significa que si tu localidad cuenta con una de estas tiendas los clientes sólo tienen que comprar online y en menos de un par de horas tendrán su pedido en su casa. Esto puede suponer un golpe muy duro para muchos pequeños comerciantes. Quizás no tanto como tenerlo físicamente al lado, pero casi.
Entrega cuando tu quieras y con tarifas planas
Pero es que no sólo la entrega es en dos horas, sino que también nos dejan elegir la hora del día que preferimos para la entrega. De esta forma podemos comprar algo en el trabajo y que nos lo lleven a casa justo en la horas en las que estamos de vuelta, sin necesidad de entretenerse o perder tiempo en visitar o buscar por diferentes tiendas.
Bien es cierto que quizás el segmento del público que compra por Internet no sea el cliente más fiel del comercio tradicional, ya que está acostumbrado a buscar sus ofertas por la red, comparar precios y características de productos, etc. Pero que sea precisamente El Corte Inglés quien implanta este servicio es otra cuestión, ya que cuenta con la confianza de muchos clientes que no compran habitualmente a través de la red.
Y a estos clientes muchas veces les da pereza desplazarse hacia el centro de la ciudad o las áreas comerciales donde se encuentran dichos estos establecimientos. Es aquí donde el comercio de proximidad saca partido y tomaba ventaja. Ahora tenemos un Corte Inglés abierto las 24 horas al día donde tenemos lo que necesitamos en un par de horas y podemos elegir el tramo horario de entrega.
Y además quizás como respuesta a Amazon Premium, ofrecen una tarifa plana de envíos anual. Esto facilita fidelizar a los clientes, ya que al no pagar los gastos de envío vuelven a comprar siempre a la misma tienda online. Si la experiencia es buena sin duda repetirán.
La pyme y el comercio tradicional sólo puede luchar contra estas amenazas con dos armas, la especialización y la excelencia en la atención al cliente. Conocer a nuestro cliente, recomendarle lo que le gusta, anticiparnos a sus necesidades y hacer que comprar en el pequeño comercio sea algo mucho más gratificante que sentarnos delante del ordenador para hacer la compra desde casa.
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Imagen | Antonio Tajuelo