En España hay muchos negocios que tienen su principal fuente de ingresos en el turista. Esto implica que necesariamente es un cliente de paso, que consumirá en nuestro establecimiento y no volverá. Esto puede hacer que muchas empresas piensen que no necesitan fidelizar al cliente.
Pero no es del todo cierto. Se trata de hacer un trabajo diferente, donde lo que se busca no es fidelizar a corto plazo, sino más a largo plazo. También más difícil de medir, pero que funciona. Un ejemplo son los turistas que vuelven al año siguiente a la misma zona porque su experiencia fue buena. El trabajo de fidelización es de cara a la próxima temporada turística.
En otros casos lo que ocurre es que se trataría de una fidelización indirecta. El ejemplo sería el turista que ha comido en un restaurante y le ha gustado, lo comparte a través de las redes sociales y nos recomienda cuando vuelve a su casa. Tal vez el no vuelva, pero nos permite tener nuevos clientes que vendrán si ha quedado contento.
Aquí es fundamental trabajar en redes como Facebook, Instagram o Twitter, pero también en lugares de recomendación tipo TripAdvisor, donde los clientes pueden dejar comentarios sobre nuestro negocio. Agradecer a aquellos que han tenido una buena experiencia su comentario y revisar si alguien no ha quedado contento.
Por último hay otro tipo de turista que vuelve cada año al mismo lugar, ya sea porque tiene una segunda residencia o simplemente porque le gusta la zona. Este tipo de turistas son muy fieles y les gusta que se recuerden sus preferencias. Si trabajamos de forma adecuada, vamos a tener un cliente muy fiel que repetirá mientras dure su estancia, sino también en los años siguientes.
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