En épocas de crisis como las actuales podemos decir que quién tiene un cliente tiene un tesoro. Por eso muchas empresas reducen márgenes o en ocasiones llegan a ajustarlos tanto que no tienen beneficio, pero trabajan con la esperanza de fidelizar a los nuevos clientes que llegan. El caso más habitual ahora mismo son los pedidos online que muchos restaurantes tienen a través de diferentes plataformas. Pero ¿cuánto estás dispuesto a pagar por que te traigan un cliente?
Hablamos de que cada nuevo cliente que llega a través de estas plataformas, sean de comida y reparto a domicilio, o en muchos casos de reservas que nos conocen a través de sus servicios se llevan una parte de la factura final que deja este cliente, en torno a un 30%. ¿Sale rentable? Pues si no hay trabajo sí, pero en condiciones normales seguramente el coste de oportunidad sería demasiado alto.
Lo mismo podemos decir de negocios que deciden vender a través de plataformas de terceros o marketplaces. Tienen la ventaja de no tener que disponer de su propia tienda online, de aprovechar la logística de otros o una mayor visibilidad para muchos clientes, pero a cambio tienen que pagar un porcentaje por cada venta.
Y además hay que ser competitivos. Lo que implica rebajar precios, hacer ofertas que nos hagan destacar, a las que tenemos que sumar el porcentaje de la plataforma, del servicio que nos ha traído a nuestro cliente. Un negocio al que muchos se agarran cuando no hay más remedio. Porque el margen de beneficio es muy escaso.
Me recuerda a los cupones descuento, muy de moda en la anterior crisis económica, donde los negocios después de utilizarlos se dieron cuenta de que no les quedaba beneficio y su única esperanza era fidelizar a este cliente. Ahora el modelo ha variado un poco, pero sigue el mismo patrón.
Mientras dure la crisis muchos se agarrarán a esta opción. Con suerte tratarán bien a estos clientes, buscarán que repitan en sus locales y podrán fidelizar a unos pocos. Será la mejor alternativa para recuperar el margen de beneficio que necesitan para ir saldando las deudas generadas durante esta crisis.
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