En los últimos años hemos ido aceptando la creencia de que para que una empresa crezca de manera inorgánica ha de realizar compras fuera de nuestras fronteras, tal y como si las posibilidades de comprar empresas patrias estuviesen agotadas.
Bien es cierto que comprar empresas foráneas brinda aspectos positivos en términos de diversificación de las unidades de negocio, y la posibilidad de blindar en cierto modo la cuenta de resultados ante una excesiva dependencia de la economía local. Siendo la razón por la muchas empresas han apostado por esta tendencia.
Respecto a este asunto hoy se ha producido una noticia muy curiosa, la del apoyo de la empresa chocolates Valor a las marcas Huesitos y Tokke, que hasta hoy eran propiedad de Mondelez International (antigua Kraft Foods). De tal modo, que con esta operación la compañía española se adentrará en el mercado de los snacks de chocolate, al tiempo que proporcionará un impulso a estas dos marcas, en concreto a Huesitos, prolongando la viabilidad de la fábrica de Ateca (Zaragoza), y proporcionando la estabilidad que necesitan a decenas de familias de la comarca.
Esta decisión es un claro ejemplo de apoyo empresarial a las empresas nacionales, que cobra un especial interés cuando en muchas ocasiones se compran empresas extranjeras, obviando el potencial y la trayectoria envidiable de compañías españolas que de manera objetiva presentan las mismas garantías. Decantándonos por lo extranjero, por resultar algo exótico y el prestigio que creemos que nos reporta, cuando en la práctica resulta ser una apreciación etérea.
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