De un tiempo a esta parte he apreciado un cierto cambio de tendencia por parte de las consultoras y departamentos de recursos humanos respecto a la selección de personal para la cobertura de posiciones profesionales.
Ante un mercado de trabajo deteriorado, con la particularidad de la existencia de elevado nivel de capital humano en diversos prefiles profesionales, las búsquedas son muy diferentes a las que se realizaban hace tan solo unos años, y aunque las redes sociales y la gran cantidad de tablones virtuales donde se publican las ofertas se han multiplicado, los recursos económicos son más escasos, por lo que para asegurarse un poco más en la contratación de los mejores candidatos, se han incrementado los perímetros de búsqueda.
Este cambio de tendencia tiene algunas consecuencias en lo que respecta al trato de los equipos de recursos humanos con los potenciales candidatos, ya que al aumentar su volumen de trabajo, se empieza a notar cierta falta de trato humano de manera general, al tratar a muchas candidaturas como 'perfiles' en lugar de personas.
Está claro que el objetivo último de un proceso de selección es seleccionar al candidato o candidata más adecuado, pero en mi opinión, no se da una imagen nada positiva cuando se trabaja de este modo. En este sentido, creo que se deben cuidar estos aspectos, máxime cuando sopone poco trabajo más, y contamos con el beneficio de poder dejar las puertas abiertas para futuros contactos profesionales.
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