Durante una entrevista, es fácil ser influenciado por rasgos como la elocuencia o el encanto que no tienen ninguna influencia real en el rendimiento laboral.
Y es frustrante cuando estos empleados no cumplen nuestras expectativas. Por eso, el período de prueba es fundamental para poder minimizar los errores de contratación siempre que se realice adecuadamente.
Después de la selección del currículum y de las entrevistas iniciales, que los candidatos finalistas trabajen durante unas semanas permitirá que realicen las tareas reales junto con potenciales compañeros futuros.
Esto permite evaluarlos y proporcionar retroalimentación, mientras que das a los candidatos la oportunidad de conocer la organización y su futuro desempeño.
El proceso de prueba puede parecer excesivo, pero destaca por ser un filtro para identificar a las personas que realmente tendrá éxito en la empresa.
Evidentemente, conviene ajustar los períodos de prueba a las necesidades del puesto y la complejidad de las funciones a desempeñar.
Es decir, no todos los puestos deben tener un período de prueba de seis meses, porque en un par de semanas se podrá conocer las capacidades y habilidades para el desempeño del puesto.
Sin embargo, para otros puestos, un período inferior a seis meses será injusto para el candidato y para nosotros porque careceremos de un criterio objetivo de evaluación.
Imagen | Anemone123 En Pymes y Autónomos | Al contratar, no te dejes engañar por la primera impresión