El otro día me sentí como un afortunado jugador de poker al que le ha caído en la primera mano un trío de ases sin comerlo ni beberlo. De repente, sin buscarlo, en un mismo post que estaba leyendo, se daba una combinación ideal, de las que hacen que me relama. Un post de Ángel, un post sobre la innovación, un post sobre una de mis películas favoritas, El Club de la Lucha. Y me dije, a ver si logro un poker de ases. Como soy jugador de ventaja, me guardo otra carta similar en El Blog Salmón.
Ángel se hace eco de una entrada de Bryan Clark sobre la aplicación, en materia de innovación empresarial, del pensamiento de Tyler Durden, el personaje interpretado por Brad Pitt. A continuación reproduzco el resumen/traducción de Ángel y aporto lo que me ha sugerido cada píldora:
No hay miedo. No hay distracciones. La habilidad de dejar que nos resbale todo aquello que no importa: Centráte en lo esencial, prescinde lo demás. Juzga tus acciones en función de las metas que te has puesto. Si algo te acerca a ellas es bueno.
No hay miedo. No hay distracciones. La habilidad de dejar que nos resbale todo aquello que no importa: grabátelo de una vez
Nunca estés completo, deja de ser perfecto, evoluciona, deja que los trozos caigan donde caigan: cuestionémonos el concepto de calidad total. Más vale algo bueno ahora que perfecto mañana. Muévete, leches.
No eres tu trabajo. No eres lo que tienes en el banco. No eres el coche que conduces. No eres el contenido de tu cartera. No eres tus putos pantalones: todo eso es accesorio, demuestra lo que vales por ti mismo, esas variables no te hacen mejor ni peor.
La gente lo hace todos los días. Se hablan a si mismos… Se ven a si mismos como les gustaría ser, no tienen el coraje que tienes tu para simplemente asumirlo: Se capaz de activar tu potencial, en términos de fisica convierte tu energía potencial en energía cinética. Da el paso decisivo.
Pegarte plumas en el culo no te convierte en una gallina: un empresario, un innovador, trasciende su aspecto, va más alla. Esenecia, esencia, esencia.
Esta es tu vida, y se está acabando minuto a minuto: Ya te he dicho que te muevas. Y no busques excusas fáciles.
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