Hace tiempo que vengo dándole vueltas a este tema, ya que últimamente he tenido contacto con varios inversores y he asistido a eventos relacionados con la inversión en proyectos de emprendedores. Ahora que acabo de leer el post de mi compañero Fosterwit y, sin ningún ánimo de entrar en polémicas, me gustaría dar mi punto de vista.
Por mi perfil personal y profesional estoy más cerca de los emprendedores que de los inversores, podría ser más interesante que fuera al revés pero no es así. Eso no me impide tomar una posición más o menos neutral a la hora de escuchar a los que, por un lado, buscan dinero y a los que, por otro, lo tienen y estarían más o menos dispuestos a arriesgarlo en determinadas iniciativas. Esta posición me lleva a hacer una serie de comentarios al respecto.
Lo primero que debemos tener en cuenta en la relación inversor-proyecto es que el inversor no financia, invierte. Este matiz es importante en cuanto a la afirmación de que el inversor no pretende alcanzar el “break-even” de un negocio y pretende ir más allá. El inversor asume un riesgo, el de apostar por una iniciativa que puede fracasar, con la intención de obtener un alto beneficio a ese dinero. El break-even supone la rentabilidad de la iniciativa desde el punto de vista del emprendedor, que puede garantizar su sostenibilidad, pero no es el objetivo de inversor.
Los inversores no quieren negocios rentables, algunos ya tienen el suyo, y sí maximizar beneficios. Por tanto está claro que no se conforman con la sostenibilidad de una empresa que no es suya y buscan que esa empresa siga creciendo para, cuando se proponga abandonarla, su valor sea mayor y pueda obtener mejores plusvalías, en eso consiste la inversión.
En cuanto a las burbujas, deberíamos de tener más cuidado con eso porque las burbujas las carga el diablo. La burbuja se produce cuando hay una diferencia desmesurada ente el valor de la compañía y su precio. Un negocio con posiblidades de crecimiento, con una alta probabilidad de éxito o, incluso, con una realidad constatada de que su funcionamiento es el idoneo. es lógico que valga más en cuanto va consolidando sus espectativas, eso implica que su valor se incrementa con el tiempo y no que se esté creando una burbuja a su alrededor, poruqe el precio al que pueden venderse sus participaciones está ajustado a ese valor.
La subida artificial de esas valoraciones para influir en los precios sí constituye una burbuja, pero porque esa relación valor-precio no es real. Los casos como los de Linkedin, de hace unos días, de Facebook o Twitter, en el caso de que se produzca su salida a bolsa, han de analizarse de manera independiente del sector empresarial al que pertenecen. Puede que el precio de esas compañías o su valoración bursátil sea desmesurada, yo no lo sé, pero eso no constituye una burbuja 2.0 porque no afectan a la totalidad del sector, sólo a casos particulares.
Que el inversor apueste por proyectos de alto crecimiento es lógico, desde el punto de vista de sus objetivos. Eso no constituye ni el fomento ni la creación de ninguna burbuja, ni siquiera creo que tenga nada que ver con la cultura del pelotazo. No olvidemos que el inversor deja en manos del emprendedor la gestión de su dinero y depende de él, de su capacidad y de su habilidad para lograr lo que se propone. El emprendedor ha de tenerlo claro en el momento en que pretenda incorporar a un inversor a su proyecto y si no es así entonces debería desestimar esa vía y centrarse en buscar financiación.
En Pymes y Autónomos | Los criterios de un inversor
Imagen | sancho_panza