No me consideres tu jefe, considerame tu líder

En la mayor parte de ocasiones, hablar de nuestro inmediato superior es hablar de una figura más temida y denostada que admirada y respetada, a la que los empleados rinden respeto no tanto por lo que representan sino por miedo a posibles represalias.

Sin embargo, si bien es cierto que en ciertas ocasiones el jefe constituye un ejemplo de figura imponente, hay que saber diferenciar entre un superior que actúa como líder del grupo a otro que no solo se comporta como tal sino que, además, utiliza su autoridad para imponerse a su grupo. Son figuras totalmente contrapuestas aunque en muchas ocasiones se utilicen indistintamente.

  • En un grupo, el líder inspira confianza mientras que el jefe autoritario inspira temor.
  • El jefe suele decir "YO". El líder dice "NOSOTROS".
  • El jefe indica por qué debe realizarse una tarea, mientras que el líder sabe como dirigir a sus subordinados para forjar una carrera profesional.
  • El jefe utiliza su autoridad para imponerse, mientras que el líder apela a la cooperación entre los miembros del grupo para sacar adelante una determinada tarea.
  • El jefe dirige. El líder, en cambio, guía.
  • El jefe suele echar culpas, mientras que el líder encauza los problemas y trata de buscar una solución a los mismos.
  • El jefe hace que crezca el resentimiento entre sus empleados, mientras que el líder fomenta el entusiasmo ante el trabajo.
  • El jefe hace que el trabajo sea monótono mientras que el líder hace que sea interesante.
  • El jefe ve los problemas como amenazas, mientras que el líder los ve como oportunidades.
  • El jefe ordena por sobre el problemático 10% de la fuera laboral. El líder trabaja codo a codo con el 90% que coopera.

En Pymes y Autónomos | Los cuatro valores que siempre admiré en un jefe Imagen | Mart1n

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