No es extraño en que en algunas ocasiones el jefe hable mal a sus empleados. No se trata de tener la piel fina. No se suelen transmitir instrucciones. Se gritan órdenes. Y en el peor de los casos acompañados de algún improperio. Para añadirle un plus todavía más flagrante, no importa que sea en público. Y aquí es complicado defenderse de esta agresión constante cuanto tu jefe te trata mal.
Es una falta de respeto. No te valora como trabajador, donde simplemente eres un peón fácilmente sustituible. O al menos el lo piensa así. El ambiente laboral es muy complicado. Además muchas veces se trata de personas impredecibles en sus reacciones. Se ha perdido el respeto de forma mutua. Y lo más probable es que estos improperios vayan contra él nada más darse la vuelta.
Hay otro tipo de jefes que desprecian a los empleados que no cumplen objetivos. Parece una ofensa personal. Ayer te daba los buenos días, pero hoy al ver los resultados y si no has llegado al mínimo, no te dirijo la palabra. Una extraña forma de intentar motivar que dice muy poco de su capacidad de liderazgo.
Porque precisamente esto es lo que está en cuestión. No se trata de líderes de equipo, son más bien tiranos al mando de ellos. Y esto a corto plazo implica una rotación de plantillas elevadas, sobre todo si las condiciones económicas y de trabajo no son especialmente buenas a nivel contractual, horarios, etc.
A la mínima oportunidad el empleado saldrá corriendo a otra empresa. Pero también esta forma de tratar a los empleados tarde o temprano deja una mala imagen en la empresa. Se corre la voz. También entre los clientes que han presenciado las broncas o las humillaciones de forma pública.
Y de esto se valen para mantener su dictadura. Son pocas las ocasiones en las que se denuncia a Inspección de Trabajo, si las condiciones impuestas no son las adecuadas. Tampoco se hace ante la propia empresa, ni siquiera cuando se marchan a otro empleo. De esta forma se mantiene un círculo vicioso que no beneficia a nadie.
En Pymes y Autónomos | Cómo evitar hablar mal de tu anterior jefe
Imagen | Ryan McGuire