No podemos repertir más veces la gran cantidad de problemas que tienen las pymes, pero no por ello debemos olvidarlos. Es por tanto muy importante que los países sigan intentando financiar de forma directa a las que, al fin y al cabo, les dan en gran esplendor económico que los caracteriza.
La Unión Europea lo sabe, sabe que hace falta más inversion y por ello no han pasado por encima de una de las mayores restricciones que poseen los países que sucumben al marco comunitario: el uso de capital riesgo público para financiar empresas privadas.
El primer país que ha conseguido llevarse el sí de Bruselas ha sido Alemania, que podrá disponer de hasta 500.000 euros de este capital riesgo comunitario, para aportar a cada empresa que se encuentre en una situación de grave liquidez o financiación a causa de la crisis.
El principio sólo hay dos condiciones que ha puesto el gobierno europeo para la concesión de estas subvenciones de alto riesgo:
- Que sean empresas que estuvieran saneadas antes del 1 de Julio del 2008.
- Que no hayan suscrito durante este año ningún tipo de crédito nuevo con una entidad bancaria que se entienda como suficiente para evitar una financiación extra por parte del Estado.
Son dos condiciones no sólo muy coherentes sino totalmente legítimas, es una forma clara de no derrochar el dinero dándolo a las empresas enfermas de serie y también a las que no lo necesitan tanto como otras. Aunque quién hizo la ley hizo la trampa y seguro que a pesar de ello alguna lo consigue.
Desde mi punto de vista, no entiendo por qué España o cualquiera de los otros países de la Zona Euro no han corrido despavoridos hasta Bruselas para conseguir su sí de la misma manera que lo ha conseguido Alemania, pero está claro que nuestros políticos ya han demostrado que simplemente no dan para más. Es una gran medida y que Alemania lo haya conseguido demuestra el gran interés que tiene por las pymes, a ver si en nuestro país ocurre lo mismo.