Una de las cuestiones básicas a la hora de crear un esquema de copias de seguridad adecuado es mantener a salvo los archivos en diferentes soportes. De esta manera tenemos la seguridad que en caso de necesidad vamos a poder recuperarlo con seguridad. Pero no todos son iguales ni nos van a dar la misma respuesta a la hora de recuperar los datos. vamos a ver tres tipos de almacenamientos para mantener los datos a salvo.
Porque dependiendo del tipo de soporte nos vamos a enfrentar a una problemática o a otra para recuperar nuestros datos. Pero también es muy importante para cumplir con el RGPD en el caso de realizar tratamiento de datos personales. Especialmente es un tema a tener muy en cuenta si tenemos que sacar una copia de los mismos de nuestras instalaciones para restablecer la información en caso de desastre mayor.
Soportes de conexión directa
Aquí podríamos incluir los soportes que se conectan directamente al equipo del cual deben copiar los datos. Normalmente hoy se utilizan discos USB portátiles o memorias USB si el volumen de datos no es muy elevado. El principal problema es que en muchos casos al estar siempre conectados ante un ataque de cifrado de archivos la copia es vulnerable. En estos casos lo ideal es al menos tener dos soportes para ir alternando entre ellos, por días, fines de semana o semanas.
Otro inconveniente está en los problemas que nos dan por su retirada incorrecta, expulsión, cortes de luz, etc. que hacen que se deterioren con frecuencia. Esto genera problemas de reconocimiento del disco que lleva a que la copia pueda fallar, algo que es importante corregir para evitar estar desprotegidos. Su gran ventaja es que se trata de un método barato y fácil de poner en marcha.
Almacenamiento en red local
Se trata en este caso de un disco NAS o un equipo especialmente dedicado que se conecta solo para hacer las copias. La ventaja de estos sistemas es que nos permiten tener múltiples versiones de una copia de seguridad, caso de un NAS, configurar con diferentes usuarios y privilegios para mantener copias seguras e inaccesibles en caso de ataques o facilitan tener una redundancia de copias en discos externos que no son accesibles en la red.
Es la mejor alternativa, ya que es muy segura, altamente configurable y a medida que elegimos un NAS con mayor número de bahías nos da más opciones. Por no hablar de que un disco de red hoy en la empresa es como una navaja suiza, que nos da soluciones para diferentes problemas que podamos plantear en nuestro día a día en los negocios.
La gran ventaja es la rapidez en la recuperación que facilitan, que depende de la velocidad de conexión a la red, si tiene una o varias interfaces para salir, etc. Incluso se puede lograr que una empresa esté trabajando de nuevo prácticamente en minutos si se ha realizado un buen protocolo, cambiando la unidad de red de trabajo para que vaya al NAS, por ejemplo.
Almacenamiento en la nube
Aquí hablamos de llevar la copia de seguridad fuera de nuestras instalaciones y a servidores de terceros. Es importante asegurarnos que dichos servidores se encuentran dentro de la UE y sujetos a su legislación de protección de datos. No basta con contratar espacio en Google, en Dropbox o en cualquier otro servicio. Tenemos que asegurarnos que estos datos quedan dentro de Europa, ya que de otro modo podemos incumplir el RGPD.
Además estas copias deberían estar cifradas, para que aunque el servicio de almacenamiento sufriera un ataque no se viera comprometida la seguridad de nuestros datos. Es muy cómodo y muy seguro. Es la copia de último recurso, pero que nos da gran tranquilidad si tenemos que ponerla en marcha. El mayor inconveniente lo tenemos en la recuperación. La descarga de la información puede tardar bastantes horas y poner en marcha de nuevo la empresa puede resultar complejo.
¿Con cuál me quedo?
Lo cierto es que lo ideal es combinar todos ellos. Un NAS que se encarga de guardar diferentes archivos de copia, con versiones de diferentes días, semanas y meses. Que a su vez hace copias en disco externo y que también puede replicar al NAS de otra sucursal de nuestro negocio.
Un esquema progresivo, diversificado y que no tenga debilidades no es tan sencillo. Requiere redundancia y esto implica no tener dependencias ni puntos de fallo que puedan complicar la recuperación.