Soy partidario del uso intensivo del correo electrónico o de la mensajería instantánea, en lugar de tantas reuniones y llamadas, sobre todo porque puedo gestionar las conversaciones con otro ritmo. De verdad, merece la pena que las empresas que no están muy puestas en la materia se apliquen y comiencen a utilizarlo en sus procesos de trabajo. Seguro que en poco tiempo notarán una mejora importante en la productividad de las personas. Por suerte, hoy disponemos de potentes aplicaciones gratuitas para gestionar el correo (a mi me gustan Gmail, Google Apps), por lo que ya no hay disculpa para estar con el buzón lleno o no usarlo. Vale, hay soluciones potentes que también son interesantes (Microsoft Exchange,...) y estoy de acuerdo con quienes afirman que las de Google no cubren el 100% de las necesidades y deben mejorar algunos aspectos, sin embargo, creo que son unas excelentes herramientas para la mayoría de los pequeños negocios.
Como colofón, creo que es interesante hacer un breve repaso a modo de resumen de todas las entradas de la serie:
- El correo electrónico en los pequeños negocios (I): Sobre la situación actual del correo electrónico en los pequeños negocios.
- El correo electrónico en los pequeños negocios (II): Valorando la conveniencia de usar un correo con dominio propio o uno con dominio genérico.
- El correo electrónico en los pequeños negocios (III): Comentando una serie de factores clave para elegir un sistema de correo electrónico que se adapte a nuestras necesidades.
- El correo electrónico en los pequeños negocios (IV): Tomando una decisión con datos reales, obtenidos de diferentes proveedores de servicios de correo electrónico.
¿Te gustaría aportar algo sobre lo que hablamos acerca del correo electrónico? ¿Lo usas realmente en tu trabajo diario o eres de los que prefiere el teléfono y el fax?