Cuando abordamos un proyecto para un cliente, o como profesionales emprendemos una nueva etapa en una nueva empresa o departamento, casi siempre tenemos que enfrentarnos a nuevas herramientas, en ocasiones desconocidas, que generan entre nosotros bastan recelo. Hasta el punto de que muchos profesionales ven en estas situaciones como un hándicap, o incluso como una barrera.
Aunque es cierto que algunas herramientas informáticas que entrañan más complejidad que otras, en ningún caso deben verse como una limitación, sino más bien como una oportunidad para lograr que nuestros desafíos sean más pequeños.
A este respecto, una creencia asociada y a la vez errónea, es que un problema concreto ha de resolverse de manera forzosa a través de una herramienta determinada, existiendo en muchos casos otros caminos, y otras formas de plantar el problema, e incluso, otra herramienta.
Por tanto, el hecho de que se ponga a nuestra disposición una software, aplicación o programa informático determinado, no debemos distraer nuestra atención en la solución del problema obcecándonos en una determinada posibilidad, siendo conveniente tener la miras más amplias para encontrar la mejor solución para cada caso.
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