Además hay que de ser conscientes de sus ventajas e inconvenientes, así como del uso que le vamos a dar, su plazo de vencimiento y sobre todo de tener disponibilidad de fondos para reponer el crédito concedido a su vencimiento, o en su defecto negociada con antelación una nueva fuente de financiación para reponer dichos fondos.
¿Qué es una póliza de crédito?
Es una cesión de un derecho temporal a endeudarse hasta un determinado límite concedido por una entidad financiera, debiendo el tomador de la póliza pagar solo intereses por las cantidades efectivamente dispuestas y no por la totalidad del crédito concedido, aunque es habitual que las entidades financieras cobren también algún tipo de comisión por las cantidades no dispuestas.
¿Cómo funciona una póliza de crédito?
Una póliza de crédito es como un "self service" de combustible, si nos quedamos cortos puede que no lleguemos a nuestro destino y nos quedemos sin cubrir nuestras necesidades financieras y si nos pasamos surtiéndonos nos rebosaría la gasolina, despilfarrando recursos y pagando por una financiación que no utilizaremos.
Debemos saber que suelen tener aparejadas comisiones de apertura y/o de estudio.
Todas las pólizas de crédito tienen una cuenta corriente asociada, aunque si bien es posible su uso como si de una cuenta corriente se tratase, lo cual otorga una gran comodidad a las empresas que las utilizan.
Su uso suele ser principalmente a corto plazo, con vencimientos que suelen oscilar entre los seis meses y dos años, aunque en ocasiones acaban transformándose en la práctica en operaciones a largo plazo con vencimientos prorrogados tácitamente.
El pago de intereses suele ser trimestral, aplicando el interés pactado sobre el saldo medio deudor del periodo, y en su caso el correspondiente sobre el saldo acreedor y también suele haber comisiones por los importes no dispuestos. Además es conveniente vigilar de cerca que no se produzcan excedidos en la disposición, ya que en caso de estar autorizados devengaran comisiones y tipos de interés más elevados.
Renovación de la póliza de crédito
La renovación de una póliza de crédito es un tema de extremada delicadeza, ya que en primer lugar hace suponer que no se le ha dado un uso correcto. Una cuestión que debemos de plantearnos antes de renovar una póliza es la siguiente, ¿será mejor contratar un préstamo para sustituir a la póliza de crédito? Y es que llegado el vencimiento, la entidad financiera no tiene obligación alguna de renovar las pólizas, máxime si la situación financiera de la empresa se ha deteriorado.
Sin embargo, la no renovación de pólizas de crédito supone en muchos casos una condena a muerte a muchas empresas, ya que se encuentran con las pólizas totalmente dispuestas y en una situación en la cual sus deterioradas cuentas impiden la obtención de nuevos créditos.
Destacar a este respecto, que el pasado 28 de febrero el Consejo de Ministros aprobó el Anteproyecto de Ley de fomento de la financiación empresarial, que a los tres meses de su publicación en el BOE obligará a las entidades de crédito a notificar por escrito y con una antelación mínima de 3 meses su intención de no prorrogar el flujo de financiación que vengan concediendo a una pyme o de disminuirlo en una cuantía igual o superior al 35 por ciento. El plazo de 3 meses se computará atendiendo a la fecha de vencimiento del contrato de crédito de mayor relevancia económica de los que componen el flujo de financiación.
Este preaviso será el banderazo de salida para una carrera desenfrenada cuya meta será la prolongación de la actividad de la empresa. Por lo tanto, evitemos participar en esta carrera y demos un uso correcto a las pólizas de crédito.
En un Nuevo Impulso:
En un Nuevo Impulso:
- Dime qué necesitas y te diré cómo tienes que financiarte
- La financiación en la empresa: fondos propios vs financiación ajena
- Ratios de endeudamiento y análisis de balances previos a las operaciones de financiación
Imagen | <ahref="https://www.flickr.com/photos/jlcernadas/7556007928/in/photostream/">José Luis Cernadas Iglesias