5 maneras de disculparse en el trabajo

Por estadística, por lógica y porque sí, en el trabajo se producen desencuentros más o menos graves. Personas con un carácter diferente, un temperamento más o menos fuerte y una nula comunicación, son los ingredientes necesarios para que se produzca un conflicto en el trabajo.

Pero errar es humano y pedir disculpas, un arte. El orgullo, la indiferencia o la incapacidad de ver cómo puede afectar una situación de este tipo, puede afectar y mucho al día a día en un negocio. ¿Es fácil pedir disculpas? No. ¿Es necesario? Sí.

Pedir perdón de manera sincera, un arte poco reconocido

Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra, frases sobre las equivocaciones las encontramos en textos religiosos, en frases de poetas, escritores de antaño y hasta en tazas con expresiones más o menos acertadas.

Y esa es la clave, rebajar el clima, poner algo de humor y tras pasar unos días desde una pequeña disputa, reflexionar sobre si merece la pena, continuar con un clima de crispación que no hace sentir cómodo a nadie.

5 maneras de disculparse en el trabajo y ganar en salud

  • 1. Lo siento mucho, me he equivocado. Puede que la metedura de pata haya sido tremenda. De hecho tu compañero se siente herido y no se esperaba esa reacción por tu parte, ser capaz de dar el paso de pedir perdón ya es un gran logro.

  • 2. Sé preciso y admite en qué te equivocaste. De nada sirve pedir perdón si no va de la mano de una explicación, porque al final puede resultar que no todo fue culpa tuya.

  • 3. Excusas las justas. Todos tenemos problemas y no todos generamos problemas que afectan a los demás. Nadie debe pagar por nuestros asuntos personales.

  • 4. Lo sientes de verdad, no es una pose. Cuando alguien tiene un fuerte sentimiento de culpa, y el problema no le deja pensar, es porque realmente lo siente. Unas disculpas sinceras irán acompañadas de que tu intención no era dañar ni molestar a nadie.

  • 5. No volverá a ocurrir. El punto más importante. Como hemos comentado al principio, errar es humano. Quien no haya cometido un fallo en su vida no es de este mundo. Este fallo te ha servido para no volver a cometer algo similar y a los demás les ha quedado bien claro.

Las palabras se las lleva el viento, así que demuestra con hechos día a día que estás arrepentido y que todo fue debido a un impulso o un pésimo día. Actuar en consecuencia con tus argumentos para disculparte, será la mejor prueba de tu arrepentimiento.

Imagen|Pixabay

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