Somos seres sociales, aunque cada día menos 'gracias' a internet y a esas páginas que nos hacen creer que estamos cerca de los amigos. De hecho, las normas han cambiado: si alguien no te interesa o sencillamente no estás de acuerdo con lo que piensa, lo bloqueas.
En una empresa ese acto, aunque tentador en algunos casos, es imposible. Lo aconsejable para que un equipo funcione, es importante saber llevarte bien con el resto de compañeros, todo un arte y en ocasiones, un reto.
La inteligencia social, clave para que un equipo funcione
La inteligencia social es una de las más importantes de las que disponemos. De nada sirve poseer mucha información, ideas brillantes o tener cualquier otra habilidad si después no sabemos cómo expresarla o cómo pedir ayuda para, en equipo, convertirla en algo real.
El secreto para que la inteligencia social se dé es sencillo: procurar que las personas que están a tu lado se sientan respetadas y valoradas por ti. Este aspecto en alguien que dirige un equipo es primordial.
Haz que los demás hablen de sí mismos
Es el mal de este tiempo, nadie escucha. Todos deseamos que el otro termine su discurso para poner nuestra cuña en la conversación. ¿Y si facilitas la tarea, invitando a ese compañero o empleado a que te cuente algo personal o que le angustia si así lo desea?
No es imposible, con algo de predisposición todos somos buenos escuchando. Otro punto fundamental para que un equipo rinda es interactuar desde el respeto. Nadie es mejor que nadie, independientemente del trabajo que desempeñe o de la posición que ocupe.
Situarnos en un plano superior o pretender, a toda costa, ser el mejor o más importantes que nuestro compañero o interlocutor no va a hacer que quedemos en un mejor lugar, sino precisamente todo lo contrario. Humildad, ante todo.
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