Si te sientes agotado, abrumado, e incluso depresivo en el trabajo, es posible que hayas llegado a tu punto de extenuación laboral.
El primer paso para remediar esta situación tan negativa para nosotros y nuestra productividad es entender qué es lo que lo está causando.
Intenta realizar un seguimiento de cómo gastas tu tiempo durante una semana. Para cada bloque de tiempo, anota lo que estás haciendo, con quien estás** y cómo te sientes** en una escala de uno a diez. Donde uno significa enojado o deprimido y 10 significa alegre o satisfecho.
Esto te proporcionará una idea de cuáles son las actividades y personas que están disminuyendo tu energía, para que puedas empezar a limitar su exposición a ellos.
El objetivo es reducir el tiempo dedicado a las tareas, personas y situaciones que nos desgastan y aumentar el tiempo en los que nos producen mayor satisfacción.
En la medida de lo posible, se trata de minimizar las actividdes que nos producen frustración y limitar la exposición hacia esas relaciones que nos resultan insatisfactorias.
Imagen | geralt En Pymes y Autónomos | ¿Te puede el estrés?