Cuando contratar a un millenial no tiene los resultados que se esperan en la empresa

Cuando se contratan empleados más jóvenes muchas veces necesitan un proceso de adaptación que les permita explotar sus capacidades. Otras veces simplemente no lo logran y acaban cambiando de empresa con diferente filosofía en busca de nuevas oportunidades. Vamos a ver algunos de los choques generacionales que se pueden producir al contratar a un millenial.

Uno de los primeros problemas que se pueden encontrar es que ser digital no es necesariamente una ventaja en la empresa. Al menos no ser digital como lo entiende un millenial. Muchas veces se da por supuesto que la generación que ya ha nacido con un móvil en la mano tiene mejores competencias digitales, pero no necesariamente es así.

Se utilizar Facebook, Snapchat, Instagram o Tinder, pero no he abierto una hoja de cálculo en mi vida.

Se utilizar Facebook, Snapchat, Instagram o Tinder, pero no he abierto una hoja de cálculo en mi vida.

¿Qué envíe un correo? Eso está obsoleto

Otro ejemplo lo podemos encontrar a la hora de gestionar el correo electrónico. Muchos de ellos desconocen las normas básicas para enviar un correo correctamente, la importancia de un asunto descriptivo, el uso de "Para, CC, CCO" y no hablamos aquí de la redacción, ya que muchos se aturullan cuando tienen que escribir más de 140 caracteres.

Por supuesto no entienden por qué las empresas siguen utilizando protocolos de correo anticuados, como POP y un mensaje que tienen leído en su bandeja de entrada del ordenador como leído está sin leer en su móvil de empresa. Tampoco la falta de sincronización de citas de calendario. Aquí descubren muchas veces que lo que es gratis para un usuario doméstico, para un uso profesional tiene un coste.

Con mi correo de Gmail esto no me pasa... puede ser una de las frases más repetidas. ¿Por qué no utilizamos en la empresa Gmail? ¿O Microsoft Exchange? Lo mismo ocurre con otro tipo de herramientas que en casa son de uso común, tipo Dropbox, y cuya instalación en la empresa está mucho más controlada o incluso prohibida.

La seguridad de andar por casa

Tardan poco en darse cuenta que la empresa no es una red social, no se comparte todo. Hay documentos a los que sencillamente no puedes acceder porque no los vas a necesitar, otros porque tienen información confidencial, etc. Además un documento compartido que elimines pensando que a ti no te sirve, para otro compañero puede ser clave.

Tampoco entienden por qué deben cambiar su contraseña de forma habitual. Y mucho menos por qué tienen que introducir números, signos o letras mayúsculas. Si además tienen que cambiarla mensualmente y no pueden repetir una serie de caracteres de un mes a otro es casi de locos.

Al final aparece la nota adhesiva en la pantalla para acordarse. Esto después de un par de malas experiencias donde tras cambiar la contraseña un día al siguiente son incapaces de recordar que pusieron.

En muchas empresas no se utilizan los móviles

Los millenials son usuarios acostumbrados al uso del móvil constantemente. No sólo llevan mal que en muchas empresas no se utilice un smartphone para trabajar, al fin y al cabo no están en movilidad. Lo que peor llevan es tener que dejar su teléfono personal en silencio o guardado en un cajón, lo que en muchos casos genera ansiedad en los primeros días.

Es que es duro darse cuenta que no estás trabajando en una startup de Silicon Valley, sino en una empresa española.

La hora de la comida o de los descansos se usa de forma intensiva para contestar mensajes, entrar en redes sociales o estar un poco al día de lo que se cuece en Internet. Y esto en muchos casos sin tener WiFi al que poder conectarse en la empresa.

La velocidad de escritura de teclado es muy baja

Por lo general tienen un manejo muy bueno de la tecnología de teclado táctil. Una velocidad de pulsación increíble. Pero ponerles delante de un teclado qwerty de un ordenador supone una tortura. Su velocidad de pulsación es lenta, no conocen casi ningún atajo de teclado y todo lo hacen con el ratón.

Problemas para aceptar las dinámicas de la empresa

Pero principalmente en muchos casos tienen problemas para aceptar las dinámicas de empresa, las jerarquías y el rol que cada uno juega dentro de la organización. No están acostumbrados en muchos casos a recibir órdenes, pero tampoco se suelen sentir comprometidos con la empresa, saltando a una nueva organización en poco tiempo.

Muchas empresas españolas, muchas pymes siguen trabajando como lo hacían en el siglo XX, pegados a su oficina, a su servidor de aplicaciones y datos, etc. Todavía son incapaces de sacar partido de lo que supone trabajar en una empresa conectada y las redes de comunicaciones actuales. Y esto claro, acaba por generar frustración.

No significa que todos los millenials sufran estos problemas, lo mismo que tampoco podemos pensar que un empleado de 50 años carece de competencias digitales. Pero si sería interesante antes de dar por supuestas ciertas habilidades realizar las pruebas pertinentes antes de su contratación.

En Pymes y Autónomos | Los millenials no quieren tener jefe

Imagen | PDPics

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