No se por qué pero muchas empresas ven al trabajador casi como un mal necesario. Un gasto que es inevitable, alguien tiene que haber para hacer el trabajo, pero lo mismo da que sea uno que otro. Y esto implica por lo general salarios mínimos, condiciones de trabajo penosas y alta rotación en las plantillas.
Esto provoca problemas a corto y medio plazo. El tiempo en que tarda un nuevo empleado en quemarse es muy breve. Casi el mismo en el que se da cuenta que no tiene ningún futuro en esta empresa, más allá de recibir su sueldo a final de mes. Y esto provoca que todo más o menos le importe poco o nada.
De aquí a coger la puerta y un día y no volver hay una delgada línea roja que casi no supone ningún esfuerzo. Pero también para no ir a trabajar un día, ya sea porque tiene algún malestar, porque no le apetece, etc. Y esto puede afectar también a sus compañeros, lo que genera una espiral muy peligrosa.
Al final se entra en una rueda de no le importo nada a la empresa, no la empresa a mi tampoco, mis compañeros no los tengo en cuenta porque estoy de paso y esto provoca que además de un sueldo escaso y condiciones de trabajo poco ventajosas, se sume un mal ambiente laboral.
Y lo peor de todo es que se asume en muchos casos que es lo que hay. Cuando no debería ser así por ninguna de las dos partes. La empresa debería valorar a un buen empleado, que le saca el trabajo adelante y cumple con su obligación. Los trabajadores ser más solidarios con sus compañeros, al fin y al cabo, pasamos casi más horas en el trabajo que con la familia, como para encima intoxicar el ambiente laboral.
A la mínima oportunidad nos vamos a otro empleo. Con el mínimo problema se despide a otro compañero. Y la rotación de empleados es tan alta que no hemos acabado de formar a uno, cuando ya tenemos a otro nuevo. Y luego queremos compromiso entre empleados y empresa.
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