La última en salir a la palestra ha sido Jessica Alba, la actriz americana es una de las principales accionistas de The Honest, una compañía de pañales y productos infantiles ue prepara su próxima salida a bolsa y cuya valoración ronda ya los 1.000 millones de dólares. Pero no es la única famosa metida a empresaria o a inversora y son varios los casos de famosos que apuestan por impulsar negocios, en muchos casos tecnológicos.
Es más que conocido el caso de Ashton Kutcher, que lleva años rastreando startups en Silicon Valley y financiando empresas como el portal de venta de moda The Hunt y otras más conocidas como Skype, Flipboard o Airbnb. En España los casos más conocidos son futbolistas y entre elos se encuentran Alvaro Arbeloa, muy introducido en el sector por su hermano Yago, Gerard Piqué o Juan Mata. ¿Por qué no habría de cundir el ejemplo?
Siempre se ha dicho que la vida de futbolista profesional es muy corta y que éstos deben gestionar muy bien lo que ganan en esos años para asegurarse su futuro económico. Salvo unos casos contados que ganarán más dinero del que puedan gastar es evidente que la única manera de rentabilizar esos ingresos en el largo plazo es colocando ese dinero en inversiones que puedan dar unas buenas plusvalías. La inmensa mayoría aportaron, como casi todos en este país, por el ladrillo, pero la situación actual ha hecho que algunos de ellos hayan empezado a buscar otros sectores.
Aunque algunos se posicionen en negocios más tradicionales, por ejemplo Andrés Iniesta tiene su propia bodega, el sector tecnológico se ha convertido en una referencia. Esto debería ser aprovechado, por un lado para atraer a más capital inversor "conocido" hacia las pymes que se intentan abrir paso y, por otro, para normalizar la inversión industrial, algo que no es tan frecuente en España, donde predomina la inversión financiera y la inmobiliaria.
En un país como Estados Unidos no es extraño el apoyo financiero que reciben los proyectos empresariales de inversores privados, famosos o desconocidos. Sin embargo aquí sí que llama la atención y por eso destacamos estas "inisuales" apuestas. Ojalá este tipo de noticias pueda servir para que se vean estas circunstancias de manera normal y anime a más inversores a apoyar a los emprendedores.
Lógicamente sería necesaria una fiscalidad más atractiva para este tipo de operaciones. La Ley de Emprendedores ya dió un paso en este sentido, pero sería interesante avanzar mucho más en este aspecto. Potenciando estas actividades y dando un mejor marco tributario podríamos optar a mayores casos de éxito.
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