En la mañana de ayer, jueves, el Instituto Nacional de Estadística publicaba los datos trimestrales de la Encuesta de Población Activa (EPA). De ella se desprenden datos aparentemente bastante positivos, ya que el paro se sitúa en niveles de 2010 aunque, a diferencia de este año, la tendencia es ascendente y no descendente.
Si profundizamos un poco más en la EPA, también podemos ver la evolución de los trabajadores por cuenta propia, que ha mostrado un comportamiento también positivo. En el segundo trimestre de 2016, el número de autónomos se ha situado en 3.106.000 personas, 15.700 nuevos trabajadores por cuenta propia en términos netos, un 0,15% más.
Dentro de este colectivo, cabe señalar el aumento de los empleadores, que han experimentado un crecimiento del 1,75%. Este dato contrasta con la evolución de los miembros de cooperativas y de los dedicados a ayudas familiares, que han descendido un 2,9% y un 11,2%, respectivamente, en relación al trimestre anterior. Mención especial requieren estos últimos trabajadores que, si lo comparamos con el año pasado, han caído un 31,8%.
Sin embargo, a pesar de estas aparentes buenas cifras, el empleo autónomo ha mostrado una elevada desaceleración, al crecer tres veces menos que en el mismo período del año anterior, cuyo incremento fue de más de 44.200 nuevos profesionales. Además, el empleo por cuenta propia se sitúa lejos del trabajo asalariado, que crece al 1,7%.
Se trata de datos preocupantes para este colectivo, como así lo ha puesto de manifiesto la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos en una nota de prensa, especialmente si atendemos al supuesto dinamismo que presenta la economía española y del hecho de que muchas actividades económicas no acaban de consolidarse.