La mayor parte de la prensa española se ha hecho eco de la noticia: "Los trabajadores que ganen menos de 1.350 euros podrán cobrar el paro y su sueldo al mismo tiempo", compaginando el cobro de la prestación por desempleo y su sueldo. Sin embargo, este titular está lleno de peros y dependes en el cuerpo de la noticia, que hoy desgranamos aquí.
Ante todo, se trata de una medida dirigida, principalmente, a personas que llevan más de un año en búsqueda activa de empleo y que podrán apoyarse en el cobro máximo de un plus durante seis meses. Además, los requisitos son numerosos y hay que cumplirlos a rajatabla, por lo que, en la práctica, hay un número muy reducido de personas que podrán cobrarla.
Complemento, no subsidio
La posibilidad de complementar el cobro del paro y un salario es una realidad. La medida, recogida en el Real Decreto-ley 2/2024, busca apoyar a los trabajadores que quieren reinsertarse en el mercado laboral.
Esta prestación contributiva podrá compatibilizarse tanto a jornada completa como parcial, además. La mayoría de medidas entran en vigor a partir del 1 de noviembre, pero habrá que esperar a 2025 para su puesta integral en funcionamiento.
La medida se dirige a las personas que han estado en situación de desempleo durante 12 meses y que pueden optar a una ayuda decreciente mientras el trabajador gana un sueldo inferior a 1.350 euros brutos al mes, con el objetivo de facilitar una transición hacia una mayor estabilidad económica.
Sin embargo, no todos pueden acceder a este beneficio. Se trata de un esquema diseñado para durar un máximo de seis meses y que cuenta con otros requisitos específicos que detallamos a continuación.
Requisitos para acceder a la ayuda
El primer criterio fundamental es que el trabajador haya permanecido inscrito como demandante de empleo durante al menos 12 meses consecutivos antes de conseguir el nuevo trabajo. Este requisito asegura que la medida se destine a personas que han experimentado dificultades prolongadas para acceder al mercado laboral. No obstante, restringe notablemente el alcance, si has cambiado de empleo durante este periodo o uno superior en tiempo.
Además, el contrato laboral debe reportar ingresos inferiores al umbral establecido de 1.350 euros brutos mensuales/18.900 brutos anuales (lo cual supone trabajos a jornada parcial, en su mayoría). Esto excluye a quienes obtienen remuneraciones superiores, ya que la ayuda se plantea como un complemento y no como un subsidio adicional para aquellos con salarios más altos.
Asimismo, el posible beneficiario no debe haber agotado por completo su derecho a la prestación por desempleo, puesto que el importe a recibir será proporcional al tiempo y cuantía de la prestación aún disponible, y decrecerá progresivamente hasta completarse el período máximo de seis meses.
Cómo solicitar la prestación
Para activar esta opción, es imprescindible comunicar la situación al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en un plazo máximo de 15 días desde la firma del contrato laboral.
El procedimiento incluye presentar la documentación que acredite los ingresos y detalles del empleo, lo que permite al organismo calcular la cuantía de la prestación compatible.
En la práctica, algunos solicitantes han reportado dificultades con los trámites administrativos, entre ellos, problemas con la documentación, retrasos en la respuesta del SEPE o interpretaciones restrictivas de las normativas. Por ello, es recomendable asegurarse de cumplir todos los requisitos y presentar la información de forma clara y completa.
En la práctica: pocos, muy pocos
Aunque esta medida supone un apoyo para quienes regresan al mercado laboral en condiciones económicas precarias, también presenta limitaciones. Su duración, que se limita a seis meses, puede ser insuficiente para alcanzar esta estabilidad, y el límite de ingresos puede dejar fuera a muchos trabajadores con situaciones notablemente precarias también.
Según los datos más recientes de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de 2024, el número total de desempleados en España es de, aproximadamente, 2.754.100 personas, con una tasa de paro del 11,21 %. De estos desempleados, más de 1,1 millones llevan más de un año buscando empleo, lo que representa alrededor del 38,5 % del total de parados.
Si bien no contamos con cifras específicas, se prevé que menos de 1 millón de personas, al alza, tengan derecho a cobrar 6 meses más de paro y, de estas, tendríamos que descartar a aquellas personas que vuelven al mercado laboral con una prestación superior al salario mínimo interprofesional.
Además, se debe tener presente que la cuantía inicial del 80 % del IPREM (480 €/mes) a jornada completa se verá reducida en jornadas menores hasta el 60 o el 50 %, dependiendo de los ingresos.
Así, cobrar el paro y trabajar a la vez es una opción viable para un pequeño sector concreto de la población en búsqueda activa de empleo. Sin embargo, el éxito de esta medida depende de la capacidad del sistema para garantizar un acceso ágil y justo a este complemento, cuyos criterios lo limitan notablemente desde el principio.