Ayer se conoció el cierre de Factoo, una conocida cooperativa de facturación que intermediaba a cambio de una comisión para que trabajadores que estaban obligados a emitir una factura por sus trabajos no tuvieran que darse de alta como autónomos. Hace ya tiempo que estas cooperativas de facturación de autónomos están en el punto de mira de la Seguridad Social.
Este tipo de cooperativas acogen como socios cooperativistas, aunque sea por un breve tiempo a profesionales trabajadores por cuenta propia dedicados a cualquier actividad que necesitan emitir facturas a sus clientes, y correlativamente, cumplir con las obligaciones fiscales y en el RETA.
Este tipo de cooperativas se han hecho muy populares y desde el principio han levantado dudas sobre la legalidad de su actuación. El ahorro de costes, pero también de trámites y de papeleos que facilitan para muchos autónomos temporales o esporádicos les ayuda a aceptar y facturar trabajos que de otro modo o no realizarían o directamente cobrarían en negro.
Se trata de sociedades paraguas que tratan de amparar una situación anómala, la de los autónomos a tiempo parcial, o esporádicos que sólo realizan un trabajo que necesitan facturar de tanto en tanto, y para los cuales muchas veces simplemente darse de alta en la Seguridad Social no les compensa por el trabajo que van a realizar.
No dudo que este tipo de sociedades presenten anomalías, pero lo cierto es que cada vez son más los autónomos y profesionales que se encuentran en este tipo de situaciones y sin amparo por parte de la Seguridad Social, que sigue sin definir el concepto de habitualidad para los autónomos. Y aunque estaba planteado, es una de las medidas que han quedado fuera de la ley de medidas urgentes del trabajo autónomo.
En Pymes y Autónomos | ¿Facturar sin ser autónomo? Ventajas e inconvenientes de ser miembro de una cooperativa