La empresa aeronáutica española Aciturri ha iniciado una expansión significativa en Marruecos, un país que ofrece ventajas estratégicas y mejores costes de producción.
Aciturri ha adquirido la firma marroquí GOAM Industrie, con sede en el parque industrial Midparc (Casablanca), especializado en el sector aeronáutico, con el objetivo de producir componentes de alta precisión para motores de avión utilizados por fabricantes globales como Safran y General Electric.
Trasladar la producción fuera
La decisión de trasladar parte de su producción a Marruecos responde a la creciente competitividad de este país en lo que se refiere a la industria aeronáutica, con políticas que incentivan la inversión extranjera y un ecosistema industrial en crecimiento, con compañías de renombre, como la canadiense Bombardier y el grupo francés Thales.
De igual modo, el parque tecnológico de Casablanca facilitará a Aciturri operar a menores costes y fortalecer su presencia en el mercado internacional. Así, buscan aprovechar ventajas difíciles de igualar.
Qué se espera lograr
El traslado de operaciones de Aciturri responde a una estrategia de expansión que promete fortalecer la competitividad global de la empresa. Desde la planta en Casablanca, la empresa está mejor posicionada para servir a fabricantes de motores como Safran, Rolls Royce y General Electric, entre otros.
Asimismo, el mercado marroquí ofrece una combinación de factores que lo han convertido en un destino atractivo para las empresas aeronáuticas.
Destacan menores sueldos y costes de producción, notablemente inferiores a España, lo que supone reducir inversión, y que se unen a la inversión del gobierno marroquí por fomentar perfiles especializados para mantener y reparar aeronaves.
La creación de parques industriales y tecnológicos (como el Midparc, donde ha establecido sede Aciturri) con los que ofrecer incentivos ficales y políticas de apoyo a largo plazo, resulta difícil de ignorar para cualquier gran empresa en su expansión internacional.
A todo ello, se suma también una ubicación estratégica y una política de "cielos abiertos" promovida por Marruecos, que facilita el flujo de mercancias y reduce los costes asociados a transporte.
¿España puede competir?
En comparación, España enfrenta a una serie de desafíos que dificultan que las empresas mantengan su competitividad frente a países como Marruecos.
En primer lugar, los altos costes laborales y la carga fiscal son factores significativos que encarecen la producción en suelo español. La mayor rigidez en algunas regulaciones laborales también limita la flexibilidad de contratación y encarece las inversiones en el sector aeroespacial.
Por último, nuestro país no ha desarrollado infraestructuras específicas de alto perfil para atraer la inversión extranjera en el sector aeronáutico, lo cual dificulta la capacidad de retener a la empresa española que busca deducciones fiscales en un mercado globalizado.
Aciturri no es la única
El caso de Aciturri pone en evidencia una tendencia creciente entre las empresas españolas que buscan crecer más allá de las fronteras en busca de condiciones competitivas.
Marruecos, con una mezcla de incentivos fiscales, mejores costes laborales accesibles y una posición logística privilegiada, se ha convertido en una alternativa atractiva para el sector aeronáutico.
Algo similar a lo que han buscado estos años grandes empresas españolas, como Inditex (textil) en Marruecos, Asia y Turquía, Ficosa (automotriz) en México, Marruecos o China o Grifols (sector farmacéutico) con un mercado más amplio y una regulación más flexible entre EE. UU. y Canadá.
En este sentido, resulta complejo para España, donde si se desea frenar la pérdida de empresa española, quizá resulte necesario replantear las políticas y los incentivos para la inversión.