En el último lustro, nos hemos ido acostumbrando a que el balance de nuevas empresas y las que cierran fue muy negativo, de manera que a medida que ha ido avanzando la crisis, cada vez han ido quedando menos empresas en España.
En los últimos meses, parece que todo está empezando a cambiar, y uno de estos parámetros es propiamente el de la creación neta de empresas, que finalmente se ha tornado positivo según los datos que maneja la Seguridad Social, al hacer público que al cierre del pasado mes de noviembre el número de empresas creció un 0,51 % respecto al mismo mes del ejercicio precedente.
Este dato por si solo no significa nada, por que únicamente nos dice que hay más empresas pero no habla de la situación en la que estas se encuentran, pero en cualquier caso, a mi juicio, se trata de una noticia muy positiva, porque muestra una señal muy buena en el sentido de que al menos ya nuestro tejido empresarial no va a menos, y no solo eso, sino que cada vez son más los que se animan a emprender un negocio.
En definitiva, estas ganas por crear algo nuevo, y que la actitud de creer se está imponiendo a la de esperar a que las circunstancias cambien por inercia, constituye el principal esfuerzo que los empresarios y las organizaciones en su conjunto están realizando para luchar contra la crisis, y para promover un nuevo ciclo de crecimiento.
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