En esta interesante entrevista, el juez pone de manifiesto algunos aspectos que son muy preocupantes para las pymes, ya no solo en este concurso, si no en cualquier otro que nos veamos envueltos como acreedores del concursado. Las consecuencias a las que llega el propio juez son aterradoras para cualquier pyme. El convenio está hecho a medida de los grandes acreedores, en este caso la banca. Las entidades financieras no tienen nigún problema en realizar una espera de dos años para comenzar a cobrar y ampliar el plazo de cobro a ocho años. Este acuerdo a los más de 10.000 acreedores que tiene Martinsa como que no les favorece mucho.
La pyme necesita cobrar aunque sea con quita, esperar dos años para comenzar a cobrar y alargar los plazos de cobro hasta los ocho años puede ser la muerte para muchas empresas que tuvieran una dependencia exclusiva de Martinsa.
El problema principal radica en que la banca ostenta el 90% de los créditos y las pymes el 10%. Pero este 10% puede rondar los 700 millones de euros, que no es una cantidad nada despreciable para todas las empresas afectadas. Las conclusiones del juez son abrumadoras:
Está claro que hay mucha gente sacrificada. Que ha perdido y que sigue perdiendo. Hay montones de acreedores para los que el concurso es una auténtica tragedia porque son empresas pequeñas que precisaban del cobro inmediato de sus créditos para atender obligaciones y cumplir con trabajadores y proveedores.
Como vemos, la ley concursal deja totalmente desprotegidas a las pequeñas empresas. Este es un claro ejemplo de lo que nos puede ocurrir si nos vemos en un proceso de este tipo en posición acreedora. Además, en este caso particular, el convenio parte de unas premisas de recuperación inmobiliaria que son más un deseo que una posibilidad.
Vía | El Pais Imagen | Fresh Family Office En Pymes y Autónomos | Ladrillos en los juzgados, Aspectos clave en un concurso de acreedores