En los últimos meses estamos escuchando con mucha insistencia en los medios que la economía española está apuntalando la recuperación, un nuevo ciclo del que muchos aún desconfían, pero que si se está empezando a constatar en algunos sectores de actividad.
Si analizamos la evolución de nuestro tejido empresarial, tomando como variable de análisis la facturación, apreciamos que ante el retroceso de la hostelería (-1,9 %) y de las actividades administrativas y servicios auxiliares (-0,4 %), contrasta el fuerte incremento que están experimentando otro tipo de actividades del sector servicios, y en especial en transporte y almacenamiento (+5,6 %) e información y comunicaciones (+2,2 %).
Bien es cierto que afirmar que se ha producido una mejora en la facturación, no tiene por qué significar una mejora efectiva en el sector, pero sin lugar a dudas, un incremento de este calado teniendo en cuenta que ha habido muchos trimestres de caídas es una buena noticia.
Los principales riesgos que observo a la hora de analizar esta situación, se sitúan al lado de los márgenes (porque la variable es demasiado pesada entre los consumidores y las dificultades para rentabilizar determinadas líneas de negocio), el elevado endeudamiento, y el acceso al crédito. Unos problemas, de cuya solución dependerá no solo la recuperación empresarial, sino la consecución de una nueva etapa de crecimiento.
En Pymes y Autónomos | La salida de la crisis no implicará una mejora económica para todas las empresas Imagen | jasturias