Ya son mayoría los empleados que prefieren abono o cheque a la cesta de Navidad. Los gastos asociados a las fiestas tienen mucho que ver

Los gastos derivados de las fiestas navideñas están generando cambios en las necesidades y, por lo tanto, también en las preferencias de muchos empleados. Las razones son variadas, y los hábitos y perfiles profesionales están sobre la mesa, pero la inflación parece ser una de las causas principales.

Así lo confirma un reciente estudio de Pleo, plataforma de gestión empresarial, que ha señalado que cada vez más trabajadores españoles optan por recibir un abono o un cheque para cubrir costes en lugar de los tradicionales regalos, como las cestas de Navidad o las cenas de empresa.

Más vale cheque en mano que cesta volando

Este informe destaca que hasta el 61% de los empleados prefiere un reembolso. La principal razón está asociada a la presión económica que sienten muchos trabajadores, tanto por tener que adelantar algunos gastos de su bolsillo (como la famosa cena navideña y los extras que la acompañan), como por otros gastos personales que se incrementan en estas fechas.

Según Pleo, el 80 % de los empleados españoles reconoce que los gastos de empresa aumentan en Navidad, y un 55 % asegura que llegan a duplicarse, si los comparan con otros meses. Sin embargo, el dato clave es que casi la mitad (el 42 %) admiten tener otros compromisos financieros. En este contexto, coger el dinero por delante de otros extra alivia la carga, al tratarse de un reembolso directo.

Sin blanca, en Navidad

Para las empresas, hay varios puntos que detallan que pueden resultar útiles para entender el comportamiento del empleado medio. Así, hay un porcentaje alto (40 %) que teme no poder permitirse regalos o eventos sociales y un grupo, casi igual de notable, que duda en la misma medida de adelantar dinero (39 %) para gastos y desconfía de su reembolso (34 %).

Si se trabaja en una gran empresa, además, es probable (23 %) que se tarde hasta un mes en recuperar uno de estos reembolsos, más cortos en empresas de menos de 50 empleados (15 %). Los trabajadores aluden, además, que reclamar o presentar una reclamación ante estos eventos estresa y es poco eficiente (52 %).

Se busca reducir estrés

Por último, se confirma que existe un porcentaje altísimo de personas que desconoce las políticas de gastos: solo el 13,3 % tiene clara la normativa, mientras que un 69 % desconoce su existencia y un 15,5 % cree que no la entiende bien.

Todo ello, se suma a la inflación, que agrava la posibilidad de asumir gastos imprevistos, adelantar dinero o esperar más tiempo del previsto ante un pago o un bien, como la cesta navideña, con el que ya contaba.

En otras palabras, a medida que se incrementa una gestión ineficiente de estos gastos, el estudio defiende que esto afecta al bienestar de los trabajadores y a su productividad, debido a las malas sensaciones que pueden repercutir negativamente en su desempeño laboral.

Los expertos coinciden en que las empresas deben replantearse sus sistemas de reembolso y apostar por soluciones modernas, eficaces y sin estrés. Ahí está la principal razón por la que los tradicionales regalos de empresa están perdiendo atractivo: no analizan las necesidades reales de los empleados durante la época navideña.

En esta tesitura, los abonos y cheques reflejan un problema múltiple vinculado a la carga financiera de los empleados. Y es posible que, en algunos casos, la respuesta sea apostar por soluciones ágiles de reembolso, pero sobre todo, son las respuestas transparentes, aquellas que mejorarían la economía personal, pero también la productividad y el buen clima laboral.

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