Creo firmemente que ésto es un error.
Somos el alma de nuestro negocio. Eso no lo dudo ni por un momento. De forma que queremos que nuestra tarjeta permita contactar directamente con nosotros, sin intermediarios. Por eso caemos en la tentación de incluir nuestro móvil en la misma. Parece que si no das tu móvil, tu tarjeta es “menos” tarjeta.
En muchas ocasiones, además, incluso cometemos el error de añadir la coletilla Móvil Personal al margen del teléfono fijo de la empresa, o el móvil profesional. Lo que olvidamos semanas más tarde de estrenar nuestras flamantes tarjetas nuevas es que acabaremos repartiéndolas a diestro y siniestro en busca de negocio. Y esto es un arma de doble filo. Porque facilitar a un cliente importante un contacto directo 24/7 tiene un pase, pero ¿dárselo a cualquier cliente… o incluso a no-clientes…? Tarde o temprano sonará tu teléfono cuando estés de vacaciones, o descansando con tu familia o… vaya, en cualquier momento.
Al margen de la incomodidad que tú mismo has provocado, has dejado pasar la oportunidad de crear clientes vip para tu negocio. Me explicaré. Creo que la estrategia a utilizar al crear tu tarjeta de visita debe ser tener siempre un teléfono profesional (fijo, móvil o ambos), y facilitar éste a todos. Pero sometido a un horario de trabajo, transcurrido el cual, actives un contestador. Y por otro lado, facilitar tu número personal sólo a un selecto puñado de clientes, que no necesariamente sean quienes tienen más “fama” sino quienes efectivamente suponen más ingresos para tu negocio. Y no hacer ésto de cualquier forma, sino, por ejemplo, en un almuerzo de trabajo, dándole una cierta pompa al hecho de que les estás facilitando tu número personal, que sólo tienen unos pocos elegidos.
Habitualmente, y si haces tu elección con sensatez, estos clientes no te molestarán jamás a horas intempestivas (al menos no por motivos laborales), y habrás conseguido reforzar tu vínculo entre ellos y tu negocio.
Piénsalo por un momento: una cosa aparentemente tan simple como colocar o no tu móvil en tu tarjeta de visita puede convertirse en un quebradero de cabeza o una herramienta comercial.
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