Tradicionalmente, las empresas pagaban la retribución a sus empleados en salario monetario. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, se ha generalizado la retribución flexible, una política que permite a los empleados destinar hasta un 30 por ciento de su salario bruto anual a servicios exentos de IRPF.
De hecho, según un estudio elaborado Sodexo Beneficios e Incentivos que analiza el ahorro que se obtiene con la Retribución Flexible en diferentes escenarios, los trabajadores podrían ahorrarse una cantidad de entre 1.900 y 5.800 euros anuales, según su renta anual y, en consecuencia, del IRPF que pagan.
El motivo de este ahorro es que este tipo de retribución no tributa en el IRPF, lo que significa por un lado que no se le aplican retenciones a cuenta como las de la nómina ni tampoco hay que declararlos en la declaración de la renta. Eso sí, este tipo de retribución sí cotiza a la Seguridad Social, igual que el resto del salario.
La propia Sodexo afirma que el 79 por ciento de los trabajadores valoran muy positivamente la retribución flexible. Además, tres de cada cuatro empleados que reciben retribución flexible se sienten satisfechos o muy satisfechos con su salario, frente al 35,5 por ciento de los mismos con un paquete salarial tradicional.
Eso sí, el ahorro depende de la posición del trabajador y, sobre todo de su salario. De hecho, a mayor responsabilidad, también mayor la cantidad destinada a la retribución flexible y, por tanto, también el ahorro fiscal. Los directivos, por ejemplo, podrían ahorrar 5.871 euros al destinar el 30 por ciento de su salario a retribución flexible, frente a los 6.303 euros de las mujeres o los 5.540 del salario más frecuente.