El 28 de febrero siete representantes de compañías presentaban en el registro nacional de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), escritos
denunciando prácticas de cártel (reparto de mercados, pactos de precios, etc). Todo esto sucedía a las nueve de la mañana en el primer día de vigencia del nuevo reglamento, no por casualidad sino porque hay que ser el primero en delatar si se quiere recibir el primer premio que no es otro que evitar la multa por llegar a acuerdos contra la libre competencia. Eso sí,
el nombre la empresa delatora es máximo secreto porque si se produce cualquier filtración antes de que la CNC tome una decisión esa empresa perderá su inmunidad y su premio de eliminación de la multa. Y mucho cuidado, porque la multa puede llegar hasta el 10% de la facturación en las empresas implicadas en este tipo de acuerdos.
En todo caso,
también hay medalla de plata y muchas de bronce. El segundo denunciante puede ahorrarse hasta el 50% de la multa y los restantes hasta el 20%. Este procedimiento de perdonar a quien confiese y delate
ha dado muy buenos resultados en Europa y se espera que en España también proporcione sus frutos. El propio presidente de la CNC, Luis Berenguer, llegó a afirmar en el estreno del reglamento que "no le extrañaba nada este arranque tan positivo del conocido como
procedimiento de clemencia porque es muy positivo para la defensa de los consumidores".
No obstante, es para preguntarse si no saltara la liebre antes de tiempo debido al largo tiempo del procedimiento porque la CNC dispondrá de un periodo de 18 meses (ampliable) para sancionar a las empresas después de que los denunciantes rellenen un formulario tipo y aporten pruebas que demuestren que existen prácticas de cártel.
Imagen: (No seas Beto) Vía | El País