Sin entrar a valorar la medida, si quiero hacer hincapié en el trasfondo y las consecuencias del asunto, dado que aunque la medida no es aplicable a personas jurídicas y hayque cumplir ciertos requisitos, existen muchas empresas que se planteen actuar igual con los créditos que tengan concedidos.
En primer lugar, no hay que ser economista, para darse cuenta que si el plazo de devolución de un crédito es mayor, se pagarán muchos más intereses. Conclusión, alargar los plazos de amortización de capital, solo prolongará la agonía del deudor y los gastos en los que vamos a incurrir.
En segundo lugar, las milagrosas condiciones de disminución de cuotas, a base de pagar más intereses, tienen un pequeño desliz. Una pequeña oscilación al alza del euribor, nos provocará que se vuelva a incrementar la cuota, y estemos en la situación inicial, es decir teniendo el mismo pago mensual, pero con mucha más deuda que pagar.
En tercer lugar, si una empresa está pasando dificultades para devolver sus créditos, sólo le queda la opción de eliminar drásticamente todos aquellos gastos que pueda prescindir. Es decir, austeridad, porque si las ventas se frenan o disminuyen, ninguna solución de endeudarse más favorecerá la supervivencia.
A nivel personal, creo que quienes adopten dicha solución, es decir pagar menos por ahora, a base de disparar el endeudamiento, sólo conseguiran ahogarse un poco más dentro de su propia economía, ya sea empresarial o personal.
Imagen | El Economista