Con la llegada del verano era habitual ver como muchas familias se marchaban a las segundas residencias mientras el padre o la madre se tenían que quedar trabajando en la ciudad. Pero este año las cosas son diferentes, porque el teletrabajo cambia la forma de plantearse las vacaciones. La segunda residencia a la que se iba los fines de semana con opción de trabajo a distancia se plantea como una alternativa diferente.
Porque ahora podemos completar nuestra jornada laboral y cuando acabamos disfrutar del tiempo en familia. Cumplimos con nuestras tareas y nuestro horario, puede que incluso teletrabajar implique estar algunas horas más, pero muchos son capaces de darlo por bueno por el ahorro de tiempo que tienen en desplazamientos. No solo al trabajo, también los fines de semana a las segundas residencias.
La vacaciones se alargan con el teletrabajo
La opción de alquilar una casa durante más tiempo porque vamos a pasar todo el verano allí modifica un poco los parámetros que buscamos. También la necesidad de tener una conexión de banda ancha, ya sea fibra o 4G de calidad. Porque sin acceso a Internet podemos decir adiós al teletrabajo. La opción del pueblo aislado en las montañas con escasa cobertura queda descartada.
Pero también el tipo de casa que queremos alquilar. Si vamos a trabajar todo el verano no podemos hacerlo desde una zona común, en la mesa del comedor por donde va pasando toda la familia, hay ruidos y nuestro nivel de concentración es nulo. Es necesario tener un espacio dedicado para poder pasar 7 u 8 horas al día trabajando, que no es lo mismo que un lugar para sacar el portátil y revisar dos o tres cosas.
En este sentido una buena alternativa puede ser encontrar un coworking cerca de nuestra segunda residencia. No tenemos que preocuparnos por la banda ancha, tenemos un lugar de trabajo adecuado, donde el combo de alquiler casa+coworking nos puede compensar ya que no necesitamos espacio extra. Esta opción está ganando muchos adeptos, sobre todo entre algunos extranjeros que ven con buenos ojos teletrabajar en Mallorca, por ejemplo, con centro de trabajo en Berlín y salario alemán puede parecer muy atractivo.
No se ha planteado como opción de "turismo laboral", pero es una forma muy interesante de sacar partida al gran avance de la banda ancha en España, sobre todo en aquellas ciudades que tienen aeropuertos internacionales con buenas conexiones con las principales ciudades europeas.
Hay que tener en cuenta que en alguna ocasión puede que tengamos que desplazarnos a nuestro centro de trabajo. Pero igualmente muchos piensan que salen ganando. El desplazamiento es entre semana, por lo que no tendrán tantos atascos para llegar a la ciudad en la que trabajan habitualmente.