Cuando se recurre a la típica frase de película mafiosa de no es nada personal, son sólo negocios, se esta diciendo una gran mentira. Pocas cosas hay tan personales como los negocios, como esa relación empresarial que tu tienes conmigo y yo contigo. No hay más que ver como se ponen las cosas en tiempos de crisis para darse cuenta de ello, de como le duele a la gente, desde un punto de vista personal, determinadas reacciones, respuestas, en el marco de una relación de negocios. Tanto tanto que hay mucha de carga emotiva en afirmaciones como las del título de de este post ante las negativas o las dificultades ante las solicitudes de financiación empresarial: ya no quiero tu dinero.
Jaime Estévez, emprendedor, racionalizaba parte de las razones que le llevaban a renunciar al dinero de otros, en un post respuesta al de Alejandro Suárez, inversor. En esencia, creo compartir muchos de los puntos de vista de Jaime (ojo, que no son excluyentes para nada de los de Alejandro), aunque algunos deben ser matizados y en otros mi percepción es muy distinta. Veamos que dinero no quiere Jaime (y cuál si) y comentémoslo.
Jaime no quiere el dinero de una Entidad financiera vía factoring de cobros de la Administración Pública, ya que le han pedido que avale personalmente a la SL a través de la cual desarrolla su negocio, incluso le han pedido las escrituras de su casa (¿posible hipoteca?). Cree que carece de lógica mercantil, ya que si ha constituido una SL es precisamente para establecer un dique entre las responsabilidades empresariales y profesionales, y dicha exigencia se salta ese principio.
Esta claro para que se inventaron las sociedades de responsabilidad limitada. Pero, primero conviene recordar que tanto administradores, como supongo que es el caso de Jaime, e incluso a veces socios-accionistas, pueden llegar a tener responsabilidades patrimoniales derivadas de una crisis mal gestionada, por mucha SL que se interponga entre unos y otros. En segundo lugar, y atendiendo a la argumentación de Jaime, conviene darse cuenta de que hay Sociedades Limitadas y Sociedades Limitadas. No es lo mismo aquella que que cuenta con un patrimonio propio, con una fuerte experiencia financiera en el sector y con esa entidad financiera, que una sociedad recién creada, sin patrimonio, sin activos, sin ningún tipo de garantía de per se.
Alguno pensará que bastantes garantías son las de las facturas que va a adquiriri la sociedad financiera. Ojo, os recomiendo la lectura de la entrada que le dedicamos al factoring, y ser consciente de que en caso de disputas comerciales la factura puede ser perfectamente devuelta, incluso en los casos de factoring sin recursos.¿Tiene la SL suficiente capacidad de encaje financiero para asumir dicho golpe? En todo caso, creo que con el aval personal hubiese bastado, en lineas generales, el hipotecario me parece excesivo.
Tampoco quiere Jaime el dinero de los inversionistas cazagangas. Y se los quita de encima con un argumento muy interesante. Precisamente las empresas pequeñas y nuevas, tienen menos cargas y son más competitivas que los grandes paquebotes nacidos en la pre-crisis. Si alguien quiere rebajas que busque allí.Totalmente de acuerdo.
Por otro lado, desdeña también las subvenciones públicas, y acaba lanzando una pulla contra los funcionarios que las gestionan. casi casí calca mi post de El Blog Salmón sobre el tema. Dejando de lado cuestiones ideológicas sobre las subvenciones, estan llegan tarde, llegan mal y condicionan en demasiada medida. Con todos mis respetos, las considero un doping financiero de los que pueden crear adicción.
Me gusta como acaba el post, señalando lo que quiere. Por un lado pide algo ciertamente goloso, socios con contactos comerciales, con know how industrial, etc. Difícil, muy difícil. Pero sobre todo desea el dinero de sus clientes, de su mercado. Si señor, ese es el dinero que debemos buscar y ese es el dinero que de debemos financiar.
Vía|Jaime Estévez
Enlace|Vídeo original YouTube
En Pymes y Autónomos|A la hora de financiar, centrémonos en las ventas