Las tasas de morosidad de las entidades ded crédito ha ido aumentando en los últimos meses, como era de esperar y, más teniendo en cuenta que ha elevado su volumen de actividad como consecuencia del cierre de la financiación por parte de las entidades privadas, el ICO también se ve afectado por el aumento de los impagos.
La tasa de insolvencias se ha disparado en el caso del ICO, que ha pasado del 1,5% de marzo de 2009 al 3,17% de cierre del primer trimestre de 2010. Los préstamos que han retrasado al menos sus compromisos de pago asciende a 1.500 millones de euros, frente a los 650 de los doce meses anteriores, según las cifras publicadas por el propio ICO. El saldo de los créditos en este periodo no ha avanzado tanto, pero ha aumentado de 42.000 millones a poco más de 50.000 millones.
Hablamos en un post anterior de que, a partir del próximo mes de junio, el ICO comenzará a ofrecer financiación directa y que José María Ayala, presidente del Instituto, manifestó que el ICO no será un coladero y que se están instrumentalizando los sistemas de análisis de riesgo de las operaciones que entren a través de esa nueva línea.
Sin embargo, ya antes de la puesta en funcionamiento de este nuevo sistema de financiación para pymes, el riesgo de mora se ha ido incrementando considerablemente y en el caso del ICO la exposición es más elevada, ya que a sus préstamos acceden clientes que, la mayoría de las veces, son rechazados por la banca tradicional.
El Gobierno ha previsto, para esta nueva línea, un agujero de en torno al 15% de la financiación que se aporte, lo que supondría que el ICO está dispuesto a asumir aproximadamente 1.000 millones de pérdidas. La tasa de morosidad de las entidades tradicionales está situada, según datos de principios de mayo, está en el 9%, una previsión del 15% indica la naturaleza de la nueva línea.
Desde mi punto de vista, los bancos y las cajas han restringido el acceso al crédito no sólo porque no les interesen, si no que, sobre todo en las entidades medianas y pequeñas y en la mayor parte de las cajas, no pueden dar financiación por falta de liquidez de las propias entidades, quizá esa nueva línea ICO debería ir encaminado a financiar, no tanto "operaciones tóxicas" como sí operaciones que no han podido ser atendidas por esas razones.
Otro problema son las pymes que necesitan financiación por falta de liquidez debido a las deudas de las Administraciones. Próximamente abordaremos este tema en un artículo que estamos preparando, al parecer la línea del ICO que pretendía garantizar el pago de las deudas de la Administración, que entró en vigor en abril del 2009, no ha funcionado. No sabemos aún como funcionará la nueva línea con estas situaciones, habrá que esperar a ver como se desarrollan los acontecimientos.
Independientemente de que la idea es que el ICO no será un coladero, parece ser que ya lo ha sido. Por un lado es esperable, por otro es conveniente controlar el tema, el 15% de morosidad es muchísimo, pero si fuera más de la estimada sería una barbaridad.
Vía | El Economista En Pymes y Autónomos | Evolución de los prestamos del ICO Imagen | ICO