Una de las cosas que el Ministro De Guindos anunció el pasado viernes, además de la previsible subida del IVA, es la rebaja en la cotizaciones empresariales a la Seguridad Social que se podría aprobar para 2013.
Como sólo se trata de un anuncio y no ha habido ningún comentario sobre cómo se aplicaría esta medida habrá que dejarla en suspenso, pero sí parece que se va a conceder una reivindicación empresarial que viene demandando esta medida desde hace tiempo.
Los costes de Seguridad Social que la empresa paga por cada trabajador se establece por la cotización por contigencias comunes, que es del 28,3% de la base de cotización; la de contingencias profesionales (cuyo porcentaje depende de la actividad y del riesgo de accidente de la misma) y la cotización por desempleo, FOGASA y Formación Profesional, que alcanza el 9,3% de la base de cotización.
Por tanto las empresas asumen un gasto añadido al salario de cada trabajador del 40%, sin incluir lo que se le retiene al trabajador. Desde luego es un porcentaje “respetable” con el que la empresa contribuye al sostenimiento del sistema.
Más allá de que la sostenibilidad del sistema público de salud depende de las aportaciones, lo que se debe buscar es que ese sostenimiento se produzca porque hay un gran número de cotizantes y no porque los pocos que cotizan aporten mucho.
La rebaja de los costes empresariales de Seguridad Social puede ser una buena noticia para las empresas que pueden beneficiarse de un menor coste laboral y en particular para las que ven inviable la contratación por el coste añadido que ello supone, lo que podría ser un incentivo para que aumente la contratación.
Veremos como se pone en práctica, a qué empresas y en qué medida les va a afectar. Esperemos a 2013 para valorar algo que puede ser positivo y deseemos que la medida no llegue demasiado tarde para algunos.
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