El Gobierno ha anticipado que bajará el IRPF y el tipo del impuesto de Sociedades, al tiempo que eliminará deducciones. Pero lo que me pregunto es si la reforma fiscal será un ejercicio de gatopardismo, o peor y que enmascare una subida de impuestos.
Cuando continua la devaluación salarial, la demanda interna no se acaba de recuperar y los precios parece que no pueden o no deberían de bajar< ¿qué supondría una mayor carga fiscal sobre las Pymes, los autónomos y las familias?
Parece que salimos de la crisis, todos parecen estar de acuerdo, pero si arrojamos agua sobre las brasas que empiezan a reavivarse, el fuego se apagará, por lo que hay que ser muy prudentes con las medidas que se tomen de cara a incentivar la demanda interna.
Esperamos pues ansiosos saber lo que tendremos que pagar en impuestos en 2015, y saber si al final pagaremos más o menos y sobre quien recaerá la mayor presión fiscal.
Imagen | De la Cigoña
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