Hacienda vigila y controla a los autónomos y al resto de contribuyentes a través de El Plan de Control Tributario. Las directrices para este 2024 ya han sido publicadas. La Agencia Tributaria mantendrá a lo largo de este año presencia en sectores y modelos de negocio en los que se aprecie riesgo de economía sumergida.
Por otro lado, se intensificarán los controles sobre aquellas empresas que utilicen medios de cobro que se encuentren al margen de las obligaciones de suministro de información de pagos por medio de tarjeta de débito y crédito, para evitar que la utilización de estos medios de pago alternativos constituya una vía de elusión o fraude.
La novedad para este ejercicio es la campaña de avisos específicos para alertar de irregularidades en las declaraciones del IRPF. En cuanto a las claves que afectan a los autónomos se centran en directrices presentes ya en años anteriores, como la vigilancia en sectores y modelos de negocio en los que se aprecie un riesgo de economía sumergida por su mayor uso de efectivo.
Resultados de la prevención y control del fraude tributario y aduanero
En términos acumulados, durante 2022 se han obtenido 15.862 millones de euros por este concepto, lo que supone un descenso (-1,73%) respecto de los obtenidos en el año anterior. Sin embargo, descontados los expedientes extraordinarios mencionados de 2021 y 2022, el pasado año se obtuvieron 14.549 millones de euros, un 2,45% más, según recoge la página de la Agencia Tributaria.
Las áreas de actuación a través de las inspecciones de Hacienda engloban todo tipo de comprobaciones a empresas, grandes medianas y pequeñas o particulares en cualquier impuesto. Vamos a verlas:
- Abuso de de formas societarias.
- Análisis patrimonial y societario.
- Ocultación de actividad.
- Control de actividades económicas.
- Control de la aplicación de la normativa.
- Comprobaciones formales.
- Actuaciones de análisis de la información.
- Grupos fiscales.
El Control de actividades económicas es el apartado más relevante de las ocho, en él aparecen todas las comprobaciones y visitas que un funcionario de Hacienda realiza para vigilar la economía sumergida, los ingresos no declarados o las deducciones en IVA o IRPF mal aplicadas tanto por los pequeños negocios y autónomos.