Como ya hemos indicado, el Gobierno ha subido el IRPF al introducir un gravamen adicional que se aplicará a todos los contribuyentes. Ante esta medida la diferencia de tributación entre los trabajadores por cuenta propia y las sociedades mercantiles hace prever que haya cada vez menos autónomos y más sociedades.
Hay que destacar que la decisión de explotar un negocio como autónomo o a través de una sociedad no ha de tomarse exclusivamente en base a criterios fiscales, pero lo que si es evidente es que la tributación a través del Impuesto de Sociedades se hace cada vez más atractiva que por el IRPF.
Si tenemos en cuenta que una pyme puede acogerse a un tipo impositivo reducido del IS, que se establece en el 25%, cualquier autónomo que esté en el primer tramo del IRPF, base imponible hasta 17.707 euros, pagará un tanto por ciento prácticamente igual al de Sociedades.
Eso supone que todo aquel que se encuentre en tramos superiores ya pagará más a Hacienda si tributa por el IRPF como autónomo que si lo hace mediante una sociedad. Hay que tener en cuenta que hablamos de base imponible del impuesto y no de cantidades brutas.
Habrá que ver si además el Gobierno decide rebajar todavía más el Impuesto de Sociedades, algo que Mariano Rajoy ha comentado en repetidas ocasiones, lo que haría todavía más interesante la opción de realizar las actividades empresariales mediante sociedades limitadas y no como empresarios individuales.
Como he dicho, es hace necesaria una reflexión más amplia que la meramente tributaria a la hora de decidirse a montar una sociedad, las obligaciones que ello supone, gastos, etc. Pero lo que está claro es que en muchos casos quien haya estado dudando sobre una fórmula u otra ya tiene una razón más para tomar la decisión en un sentido.
En Pymes y Autónomos | Elegir entre Autónomo o Sociedad Limitada (II): aspectos contables, Elegir entre Autónomo o Sociedad Limitada (III): aspectos fiscales
Imagen | Javier Aroche