Te van a seguir subiendo el SMI, pero no todo son buenas noticias. Se espera que cada vez más trabajadores con salario mínimo empiecen a pagar IRPF

Te van a seguir subiendo el SMI, pero no todo son buenas noticias. Se espera que cada vez más trabajadores con salario mínimo empiecen a pagar IRPF
Sin comentarios
HOY SE HABLA DE

Hasta la fecha, los trabajadores con SMI han estado liberados de pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sin embargo, el Ministerio de Hacienda está considerando no ajustar el mínimo exento de tributación al nuevo SMI tras las nuevas subidas salariales.

La Unión General de Trabajadores (UGT) ha advertido que no apoyará ninguna subida del SMI si este no queda exento de tributación por el IRPF. Pero el problema va más allá: todo indica que, en 2025, puede haber más de un 40 % de trabajadores españoles que no pagan, dejando la carga tributaria a un grupo cada vez menor de contribuyentes.

El SMI sube, también las retenciones

La reciente propuesta del Ministerio de Trabajo de incrementar el SMI en 50 euros mensuales, lo que lo situaría en un máximo de 1.184 euros al mes en 14 pagas, busca que los trabajadores con salarios más bajos no pierdan poder adquisitivo y que sus ingresos no caigan por debajo del 60 % del salario medio, siguiendo las recomendaciones del Comité Europeo de Derechos Sociales.

Esta medida, no obstante, ha generado un intenso debate a raíz de la decisión del MInisterio de Hacienda de no adaptar el mínimo exento del IRPF. En los ejercicios anteriores, se ajustó este mínimo para evitar que los perceptores del SMI tuvieran que tributar.

Por lo tanto, existen indicios razonables sobre si el objetivo del Gobierno es que el SMI quede ya sujeto a tributaciones de IRPF, lo que limitaría el impacto positivo de la medida, pero también muestra las dificultades de seguir gravando a las rentas medias y altas, a medida que los sueldos mínimos se van acercando, progresivamente, a los salarios medios.

Según estimaciones, en este caso, el 42 % de la subida del SMI se destinará al pago del IRPF, lo que ha generado críticas por parte de sindicatos y partidos en la oposición, quienes argumentan que las retenciones fiscales empañan los beneficios de la medida.

Por el contrario, economistas como Jon González, en X, señalaban que tras una subida de más de un 50 % del SMI en 6 años, se ha dado un achatamiento de la base de contribuyentes, que se pretende limitar mediante tributación por IRPF. Y agregaba: "hay un 2,5 % de población que paga el 41,5 % del impuesto al IRPF".

La otra cara de la moneda la han señalado varios expertos para Cinco Días, de El País, pues si bien es obvio que es necesario que el sistema obligue a contribuir a todos, "el IRPF contiene una anomalía técnica que dispara el tipo marginal en determinadas circunstancias para los contribuyentes con rentas más bajas."

Esta anomalía, que afecta especialmente a los trabajadores con rentas más bajas, como los que perciben el SMI, hace que a medida que sus ingresos suben ligeramente, el tipo marginal —el porcentaje que se paga por el último euro ganado— puede dispararse desproporcionadamente debido a la pérdida de reducciones y deducciones fiscales.

Esto crea un efecto no lineal: una parte importante del aumento salarial termina retenida por Hacienda, haciendo que estos trabajadores enfrenten una carga fiscal más alta que otras personas con ingresos superiores.

Así, aunque es justo que todos los trabajadores contribuyan al sistema fiscal, los expertos señalan que esta anomalía castiga de forma excesiva a los que menos ganan y desincentiva las mejoras salariales.

Las nóminas se resienten

A efectos prácticos, la Renta de los trabajadores que empiecen a pagar IRPF seguirá saliendo a devolver, por lo que es probable que no todo el mundo perciba el conflicto de fondo.

El problema es que, si bien se puedan recuperar parte de las retenciones al presentar la declaración de la Renta, el efecto práctico inmediato no es tan positivo. Por un lado, las retenciones mensuales que aplicaría Hacienda reducirán el salario neto que estos trabajadores perciben mes a mes. Esto significa menos dinero disponible para gastos cotidianos, lo que puede generar una sensación de pérdida de poder adquisitivo, incluso con la subida del SMI.

Paga, y espera devolución

Por otro lado, muchos de estos trabajadores verán cómo aumentan sus obligaciones fiscales: a grandes rasgos, presentación de la declaración de la Renta y una mayor carga administrativa para la que el trabajador tendrá que gestionar o recurrir a un gestor.

Si bien pueda darse una devolución parcial e incluso total del IRPF retenido (en este caso, como siempre, dependerá de los factores personales de cada trabajador o trabajadora), también hay un cambio relevante en las implicaciones a nivel laboral.

En resumen, aunque las subidas del SMI pretenden mejorar la situación económica de los trabajadores con menores ingresos, el impacto real se ve limitado por las retenciones y la carga fiscal mensual. Esto no solo reduce su capacidad económica en el corto plazo, sino que también puede generar una percepción negativa respecto a los beneficios reales de los aumentos salariales. Sin embargo, a medida que aumentan los beneficios para un gran grupo de trabajadores, también se espera que un sistema redistributivo reorganice las obligaciones de los contribuyentes.

Foto 1: La Moncloa

Temas
Recibir por e-mail:

      Inicio
      ×

      Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información