El asesor Maus limpiaba su chaqueta mientras esperaba en una sala a que le atendieran en la empresa que había solicitado sus servicios. Con la mano intentaba retirar la caspa que reposaba en sus hombros mientras maldecía la poca efectividad de su champú.
Sabía que la empresa era de nueva creación y que tenía un gran problema de ventas, nada aparentemente fuera de lo habitual, pero poco más había trascendido en la conversación telefónica. Cuando le llamaron para entrar al despacho golpeó fuertemente su hombro pero comprobó contrariado que ahí continuaban algunas motas blancas.
Diagnóstico
Lo primero que hizo tras saludar a Ramón, gerente de la compañía, fue quitarse la chaqueta para dejarla en el respaldo del que sería su asiento, pues no encontraba otra forma de terminar aquella titánica lucha que indudablemente había perdido contra la caspa. Una vez más, quedó en silencio y tuvo que ser su cliente el que explicara el motivo de la reunión.
- Muchas gracias por venir, señor Maus... por cierto, tiene un apellido poco común ¿es Mouse? ¿como el de Mickey?
- No - evitó añadir más a su respuesta aunque pensó en una réplica del estilo "no, como el del tipo que se acuesta con su mujer". Claro que, además de que probablemente era mentira, resultaba descortés. Prefirió dejarlo ahí pese a estar algo molesto con ese tipo de comentarios.
- Ah, disculpe... bueno...le hemos llamado porque...
- ...me han recomendado. - animó a su interlocutor con un breve gesto para que continuara.
- Exacto. Verá, acabamos de sacar un producto al mercado y queremos que tenga un posicionamiento de calidad, pero no lo conseguimos del todo. El nivel de ventas es muy bajo y no logramos acercarnos a la competencia. Nuestro precio es un poco inferior (ellos lo tienen a 30 euros y nosotros a 26) y hemos desarrollado un producto que supera a todo lo que hay actualmente, pero el público objetivo no parece confiar en nuestra marca aunque hemos hecho esfuerzos publicitarios. ¡Les ofrecemos algo mejor a menor precio pero no compran!
- ¿Cual es el producto exactamente? - Maus se sentía confundido pues normalmente era bastante observador, aunque la caspa pareció despistarle a sobremanera.
- Vendemos... Champú... - Dijo Ramón mientras señalaba el logotipo gigante que estaba a su espalda con un gran bote de champú acompañado por el slogan "más que un champú". En su cara mostraba la desconfianza en la supuesta profesionalidad del asesor.
- Ah, claro, claro. Cham...pú - escribió el nombre de la marca en su cuaderno, aunque pensando más en su lucha capilar que en otra cosa ¿sería realmente efectivo?
- Bueno ¿qué necesita saber para poder asesorarme al respecto?
- Suba el precio.
- No lo entiende, la competencia es fuerte y está muy acomodada en el mercado. Querríamos bajarlo para resultar más competitivos pero tememos que luego no podamos subirlo...y es un producto de altísima calidad. - Maus acarició su cabello mientras repetía para sí mismo "altísima calidad".
- Ya, pero podría subir el precio. Un tercio, por ejemplo.
- Lo que me está pidiendo es...
- ¿Extraño? ¿arriesgado? ¿rarito? pues si quería otra cosa no debía haberme llamado a mí ¿no cree?
- Lo hemos intentado todo y creo que sería un suicidio.
- No creo. Mire, actualmente el precio es de 26 euros, si lo subimos un tercio llegaremos a poco más de 34, por encima de la competencia. Pero ahora creamos una promoción de lanzamiento con un descuento del 20%, lo cual nos da un precio final de 27,2, nuevamente por debajo.
- Pero eso parece una estupidez... está haciendo demasiadas cosas para terminar subiendo el precio en 1,2 euros.
- Lo habría subido más, pero no le veo muy seguro. Señor, estoy situando el precio psicológico por encima del de la competencia. Lo queramos o no, el consumidor relaciona la calidad de un producto con su precio. Ahora tendremos un producto que "vale" 34 euros pero que "cuesta" 27,2 contra uno que vale y cuesta 30. El público lo verá como una oportunidad de comprar un producto novedoso y superior a buen precio y no lo verán como un producto inferior en precio y calidad al de la competencia. Para relanzarlo podrían hacer cambios en el aroma o en la textura del producto, esa sería una buena excusa. "Fórmula mejorada" o algo así... cambie el aplicador o el bote, no sé...lo que sea. Pruébelo, verá que luego venderá el champú por 34 euros.
Fresco y mentolado
Al paso de dos meses, el asesor Maus volvió a la empresa para comprobar los resultados de sus recomendaciones y Ramón no podía estar más contento. Habían logrado relanzar el producto e impulsar las ventas con una subida de precios. Ahora habían acabado con la promoción y aunque había bajado el volumen de ventas, se había mejorado la rentabilidad y el champú tenía una imagen de calidad así como un lugar en el mercado.
- Muchas gracias, señor Maus. La verdad es que desconfié de sus consejos, pero tenían sentido y han funcionado.
- Me alegro, el precio es un asunto muy delicado. - Sonreía ampliamente, aunque nadie diría que era porque había logrado acabar con su terrible caspa, sin tener que pagar el precio final del producto. - Eso sí, le recomendaría sacar más variedades del producto en un tiempo... me refiero a los olores... algo fresco y mentolado estaría bien y quizás podría llegar a los 36 euritos. - Observó su hombro y quedó satisfecho al ver el negro impoluto de su chaqueta, pero aún así recibió el enérgico golpeteo de una mano, la de Ramón.
En Pymes y Autónomos | El misterioso milagro del asesor Maus [Humor], Humor Imagen | Germán R. Udiz