Muchas personas tratan de hacer destacar su currículum mediante algunos trucos como usar un color de hoja diferente al blanco, tamaños ligeramente superiores o inferiores al DIN A4, diferencias en grosor y peso… pero este caso es especialmente llamativo (basado en una simpática anécdota real).
La selección
“La montaña de currículums tapaba los rayos de sol que aquella tarde entraban por la ventana amenazando con dañar los ojos del encargado de buscar entre ellos al candidato ideal. A la sombra de la gran estructura de folios el seleccionador escudriñaba mecánicamente cada solicitud y las separaba en montones de posibles y rechazados.
De pronto su desanimo desapareció al encontrarse con un currículum diferente a los demás. Se trataba de un folio amarillo fosforito en el que solo estaban escritos tres datos: María. Universidad MLC y un teléfono de contacto. Le dio la vuelta al folio pero allí no había absolutamente nada. Aunque no había nada que leer quedó unos minutos perplejo y dudando qué hacer. El folio fue depositado en el montón de posibles.
A los pocos días había reducido la lista de candidatos pero aquella hoja permanecía en el proceso por la curiosidad que le despertaba. Llamó al número de la nota y esperó poder aclarar aquel extraño currículum ¿Sería una broma?
- ¿Si?
- Buenos días, le llamo de la empresa X en referencia a un currículum que nos ha enviado. ¿Es usted María?
- Ah si, buenos días.
- No he podido evitar fijarme en su currículum pero no entiendo si ha habido algún error.
- ¿Error?
- El folio solo contenía su nombre y el de una universidad cuyas siglas no reconozco.
- No es ningún error, ese es mi currículum.
- ¿Podría explicar cual es su formación y su experiencia laboral?
- No tengo ningún problema pero preferiría poder explicárselo en una entrevista personal.
- Por supuesto, mañana comenzamos con las entrevistas.
- Perfecto.
El entrevistador se sentía hipnotizado. Probablemente aquello no le llevaría a nada pero la curiosidad le pudo y concertó una entrevista que esperó con ansias. Al llegar el momento dudó si él estaría más nervioso que María. Ella entró con total seguridad y tras saludar con un fuerte apretón de manos se sentó con una agradable sonrisa.
- Buenos días, María. ¿Me puede explicar su currículum? – dijo mientras se lo entregaba.
- Verá. El folio amarillo representa que soy diferente a los demás candidatos. Como no tengo experiencia laboral he preferido no mentir en mi currículum para mostrar mi integridad. No he puesto mis apellidos porque me pareció información no relevante en este momento y situé mi número de teléfono porque ante todo quería tener la oportunidad de explicarme en una entrevista. – el seleccionador estuvo a punto de reprocharle su actitud pero en el fondo sabía que aquella mujer había logrado lo que pretendía.
- ¿Dónde se ubica y qué estudió en la Universidad MLC?
- No tengo estudios universitarios, a decir verdad terminé el bachillerato e hice un ciclo superior hace poco. La universidad MLC hace referencia a otra cosa. Verá, mi madre se llamaba como yo, María, y de ahí viene la M. De ella aprendí que el trabajo bien hecho tiene recompensas y que he de ser lo más humilde posible. La L es por mi padre Luis que me mostró cómo valorarme a mí misma y a luchar por lo que quiero. Por último, la C es de mi abuela Carmen que me dijo que nunca me dejara llevar por mis limitaciones y que me sintiera orgullosa de lo que soy. Una vez me dijo que no hacía falta un título para ser la mejor… que en ocasiones bastaba con aprovechar las oportunidades.
El seleccionador quedó mudo ante las palabras de la candidata y recuperó el currículum entendiendo ahora lo que había intentado con el mismo. Posiblemente puso lo de la universidad por la conocida “titulitis” pero la realidad es que no podía contratarla para el puesto en cuestión pues no cumplía con los requisitos. Eso sí, sabía de otro que podría encajar con aquellas características tan valoradas.
En dos semanas comenzó a trabajar como su secretaria y resultó ser una profesional intachable. No solo era honesta y trabajadora sino que además era de total confianza.
Es imposible determinar qué habría pasado si el currículum hubiese caído en otras manos pero si hubiese puesto su verdadera experiencia lo más seguro es que habría terminado en la pila de rechazados en menos de un segundo.”
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Imagen |Germán R. Udiz