En el momento de abrir un establecimiento comercial al público debemos tener en cuenta que vamos a estar sujetos a una serie de obligaciones, aparte de las fiscales. Las Comunidades Autónomas establecen la normativa a la que deben atenerse estos establecimientos, así como las sanciones oportunas por incumplimiento.
La obtención de licencia de apertura en el ayuntamiento de la localidad, que venía siendo el primer paso antes de iniciar la actividad, se ha simplificado. Ya no es un obstáculo burocrático que impida decidirse por un local u otro.
El local tendrá que cumplir unos requisitos técnicos y arquitectónicos según el tipo de negocio que vayamos a iniciar. Un negocio de hostelería tendrá que contar con una salida de humos adecuada, insonorización… que no necesitará, por ejemplo, un salón de bronceado. Es necesario informarnos sobre el cumplimiento de las especificaciones aplicables a cada actividad.
Existen sectores regulados que se acogen a una normativa específica. Es el caso de las farmacias o estancos, cuyo permiso de apertura debe solicitarse a la Administración.
Los negocios de hostelería y alimentación tendrán que cumplir con la normativa sanitaria que regula la conservación y manipulación de alimentos. También el personal que vaya trabajar en ellos debe seguir unas normas y disponer de la acreditación necesaria, como puede ser el carnet de manipulador. Del mismo modo debe contratarse la recogida de residuos tóxicos, obligatoria entre otros para el sector sanitario o los talleres de automóviles. Es impensable la idea de tirar medicamentos o jeringuillas a la basura, o aceites de recambio de vehículos.
Otro tipo de normativa regulará los horarios comerciales, o los requisitos cara al público que debe observar el establecimiento. Podemos mencionar la publicidad de los precios (los artículos deben tener el precio en lugar visible. En el caso de hostelería, sería la lista de precios). Debe entregarse justificante de compra (ticket o factura en caso de que el cliente sea empresario o profesional).
El establecimiento tendrá a disposición del público las hojas de reclamaciones y lo anunciará de forma visible siguiendo la normativa lingúística de su comunidad (los avisos se ponen en más de un idioma: español, lengua autonómica e inglés).
Aunque en la práctica un gran número de negocios incumplen muchas de estas especificaciones, es importante conocer las que nos atañen. Luego podemos decidir si cumplirlas o arriesgarnos.
En Pymes y Autónomos | Sin licencias de apertura pero asumiendo la responsabilidad
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