Estos síntomas son los que le ha ocurrido a Jaime Estévez, y se ha pasado de trabajador en una importante agencia de comunicación a montar su propia agencia. Tal y como nos relata en su blog donde nos cuenta el día a día de su vida como emprendedor, el día 0 del emprendedor lo define con esta sintomatología:
Ya no nos levantamos antes que suene el despertador, sino todo lo contrario, solemos llegar "casi tarde".
La gente que te ha guiado en tu empresa y te ha dado fuerza con su trabajo abandonó el barco hace tiempo. El resto sigue.
Las tarjetas de visita acumulan polvo y las reuniones sociales, se convierten en meros cruces de mails corteses.
La desmotivación hace mella en tí.
Dejas de sentir los colores de la empresa, y comienzas a sentirte más orgulloso de ti mismo que de tu trabajo.
Dudas entre pasar a formar parte del mobiliario de tu empresa, y dejar pasar los días, viviendo de las rentas de los éxitos pasados y cobrando los pluses de antigüedad.
La lista de motivaciones para cambiar de trabajo son amplias, pero la conclusión a la que llega Jaime es bastante concluyente para hacerse emprendedor: Si no te puedes ir a ninguna otra empresa de la competencia y quieres seguir en el sector desempeñando tu profesión, sólo te queda coger el toro por los cuernos y ponerte el traje de empresario.
vía | Blog de jaime Estévez
Más Información | El Blog Salmón - Emprendiendo día a día
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Imagen | Ya no tengo corazón en flickr