¿Formas parte de ese 5% de trabajadores que se declara adicto al trabajo, que amplía más y más su jornada laboral? Quizás puede que seas de los que se incluyan en el casi 12% que lo sufrirá en los próximos tres años, según el estudio de la Universidad Jaume I de Valencia. ¿Qué hacer? Los límites en el día a día son los mejores consejeros.
Normalmente se habla de equilibrio de la vida personal y laboral. Tratar de encontrar ese punto en el que ambos planos están en armonía. Sin embargo, hay quien esgrime el argumento de que es algo que no termina de resolver el problema. Por ejemplo, el instructor de la Escuela de Negocios de Standford, Ed Batista, quien cree en la idoneidad de autoimponerse límites de todo tipo para evitar perder el control. ¿Por qué? Esta opción permite mantener compartimentos más estancos y mantener cada plano en su respectivo lugar.
En un interesante artículo en la Harvard Business Review, Batista señala tres grandes límites que ha de imponerse la persona que sufre esta adicción o tiene riesgos evidentes de sufrirla:
Límites temporales. Se trata, simplemente, de asignar horarios a tareas no laborables, a la familia, los amigos, el ejercicio físico o los hobbies. Horarios que permitirán establecer una frontera, más o menos, infranqueable en ese periodo.
Límites físicos. Salir de las oficinas y centros de trabajo, incluyendo herramientas profesionales (correo electrónico, mensajes de móvil...), de manera regular, creando una distancia física (y psicológica) con ellos.
Límites cognitivos. Son, con toda seguridad, los más complicados de interponer en plena época de la hiperconectividad. A través de ellos, se puede resistir la tentación de pensar en el trabajo y, por tanto, centrar la atención en otras actividades o personas.
En el artículo, el experto habla sobre la necesidad de protegernos para evitar problemas mayores. No ya de los jefes que no entienden que debe haber límites, sino de nosotros mismos. Y tú, ¿te proteges de alguna manera? ¿Marcas pautas para desconectar y establecer esos límites?
En Pymes y Autónomos | ¿Debe un buen emprendedor ser un adicto al trabajo?, "Curroalcohólicos": jefes adictos al trabajo Imagen | Peiyu Liu